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Una veintena de jóvenes valencianos parte a Perú para ayudar en campamentos y talleres a niños y adultos sin recursos

Una veintena de jóvenes valencianos parte a Perú para ayudar en campamentos y talleres a niños y adultos sin recursos

    Una veintena de jóvenes valencianos partirá a Perú en un viaje organizado por la comisión de Misiones, del Arzobispado, para ayudar en campamentos y talleres a niños y adultos sin recursos, en un colegio construido por el sacerdote valenciano Vicent Font.

    Los jóvenes, que partirán por grupos desde el 8 de julio, permanecerán durante 50 días en Perú, donde ayudarán a los profesores del colegio, impartirán talleres a niños y adultos y organizarán la escuela de verano para los días en los que los alumnos tengan vacaciones escolares, según han indicado hoy a la agencia AVAN fuentes de la delegación de Misiones.

    Asimismo, durante las tardes, los jóvenes apoyarán el trabajo que se realiza en las parroquias y los fines de semana realizarán campamentos con los niños y adolescentes de la parroquia.

    Vicente Font construyó hace 5 años un colegio parroquial para atender a los niños de las familias que vivían en las chabolas de los suburbios de Adesesep y Profán, en Lima. Hoy en día, ese colegio, Santo Tomás de Valencia, tiene 650 alumnos y es el centro neurálgico de esta zona norte de la ciudad.

    Al inicio todas las aulas estaban hechas con chapas, actualmente ya se dispone de algunos barracones, incluso con suelo de hormigón aunque la zona no cuenta con agua corriente ya que “Lima es una ciudad muy extensa y por tanto con muchas diferencias entre barrios”.

    Ingenieros, estudiantes de medicina y hasta un disc-jockey, entre los voluntarios

    Este es el primer grupo de jóvenes valencianos que viaja como voluntarios dentro de una misión organizada de forma íntegra por la comisión diocesana de Misiones.

    El perfil de los voluntarios es “muy amplio” ya que hay profesores, estudiantes de medicina, ingenieros, periodistas e incluso un disc-jokey. “Todos tienen muy claro que más allá de su experiencia o no como misioneros, sólo con escuchar y acompañar a esta gente ya es suficiente y no van a cambiar el mundo en un mes, pero seguro que su mundo va a cambiar”, han añadido ñas mismas fuentes.

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