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Conflicto por la celebración del Marenostrum Festival en la Huerta de Valencia

Conflicto por la celebración del Marenostrum Festival en la Huerta de Valencia
  • Este macrofestival, referente de la música electrónica a nivel nacional, está recibiendo una lluvia de críticas de asociaciones ecologistas y vecinos por la ubicación de este año, en una zona de la Huerta valenciana y a escasos metros de una playa virgen

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Conflicto por la celebración del Marenostrum Festival en la Huerta de Valencia - (foto 2)
Conflicto por la celebración del Marenostrum Festival en la Huerta de Valencia - (foto 3)

El Marenostrum Music Festival se prepara para celebrar su tercera edición en menos de dos semanas, un encuentro que se ha visto envuelto de polémica por la ubicación elegida, en una zona de la Huerta de Valencia y junto a playas vírgenes. El festival prevé atraer a unas 60.000 personas durante tres días (8, 9 y 10 de julio) en un espacio de 100.000 metros cuadrados.

El conflicto viene por la ubicación elegida, en una zona de la Huerta de Valencia y junto a playa virgen dels Peixets. Concretamente, el espectáculo se celebrará en la partida del Miracle d’Alboraia, a las afueras de Valencia. Se trata de una de las zonas de la Huerta de Valencia con “mayor valor ambiental y paisajístico y uno de los pocos espacios en los que esta se abre a una playa sin urbanizar”, denuncian desde la asociación Per l’Horta.

El ayuntamiento de Alboraya (PSPV-PSOE) ha autorizado la realización del festival en dicha ubicación aunque han sido los propietarios quienes han tenido la última palabra ya que se trata, en la mayoría del terreno, de propiedades privadas: “Lo primero que hicimos al recibir la propuesta fue hablar con los propietarios”, defiende la concejala de Urbanismo de Alboraia, Ana María Bru, en conversación telefónica con elperiodic.com. A partir de ahí, ha sido la empresa organizadora del festival quien ha realizado todas las gestiones.

Aunque esta zona podría ser espacio protegido en el futuro debido al proyecto del Plan de Acción Territorial de la Huerta de Valencia (PATH), impulsado por la Generalitat Valenciana, lo cierto es que legalmente todavía no está protegido. En cualquier caso, la oposición en el ayuntamiento se ha posicionado en bloque en contra de la decisión de alcaldía, que autorizó en minoría y mediante decreto la realización del festival en esta ubicación: “Es una zona destinada a parque público a la que nadie le ha hecho caso nunca antes”, defiende Bru y acusa a la oposición (PP, Compromís, Ciudadanos, Podemos y EU) de “hacer campaña” con este tema.

Entre las denuncias de la oposición acusan a la concejalía de Urbanismo de falta de transparencia y de información: “No se ha tenido en cuenta ni a los vecinos ni a los demás grupos políticos”, lamenta de concejal del grupo municipal de Compromís Angels Belloch. El problema, insiste Belloch, no es la celebración del festival sino “el dónde y el cómo”. La ubicación acarrea problemas ambientales, causa molestias a los vecinos y “es una ratonera” ya que ante una emergencia “las salidas dan al mar, a la autopista y los accesos no son buenos”. Por todo ello han presentado escritos a distintas administraciones y Consellerias.

Sin embargo, desde Medio Ambiente han concluido que la celebración del festival Marenostrum en este paraje “no afectará a flora y fauna” que esté incluida en los catálogos valencianos de especies de flora y fauna protegidas. Un respiro para el ayuntamiento de Alboraia que se ha visto asediado por las críticas en las últimas semana.

Y es que no es solo la oposición quien se ha manifestado en contra. Diversas organizaciones y asociaciones en defensa de la huerta como Acció Ecologista-Agró ya lo han hecho así como vecinos afectados por la ubicación del festival. Es más, hay una campaña en change.org dirigido al alcalde de la localidad, Miguel Chavarría, para que paralice el proyecto y que ha superado ya las 3.000 firmas.

Desde la asociación Per l’Horta van más allá: “Tememos que todo esto sea una maniobra de degradación interesada para rechazar la posibilidad de proteger la zona”, ha dicho un miembro y portavoz Marc Ferri en declaraciones a elperiodic.com.

Pero más allá del conflicto ambiental, otra fuente de quejas viene por las posibles molestias que pueda causar al vecindario -hay una zona habitada a unos 500 metros de distancia e incluso una pequeña barriada de chabolas dentro del mismo festival en las que viven unas treinta persona- aunque desde el Ayuntamiento insisten en que se han tomado las medidas oportunas para evitar este tipo de molestias, como la colocación de los altavoces mirando al mar. “El Ayuntamiento se ha esforzado por hacerlo bien”, insiste Bru.

Un festival comprometido con el medio ambiente

El Ayuntamiento asegura que con los organizadores del festival van a sanear toda la zona: “La empresa se ha comprometido a adecuar el espacio y ha presentado además un proyecto de regeneración respetando la zona de palmeras”, defiende la concejala de Urbanismo, que lamenta que no se valore el esfuerzo de la empresa ya que está asumiendo todos los costes de la gestión.

Es uno de los argumentos que más defiende el PSOE para aprobar la ubicación del festival ya que los recursos económicos del ayuntamiento serían insuficientes para regenerar dicha zona. Un argumento que utilizan también los críticos para justificar “el abandono” que el consistorio ha permitido durante muchos años aunque se traten, recordamos, de parcelas privadas.

A pesar de todo el embrollo, todavía faltan por emitir algunos permisos que serán definitivos para la celebración del Marenostrum. Desde el Ayuntamiento ya se comprometieron en el último pleno a que, si dichos permisos no se conseguían, no se realizaría el festival. En cualquier caso, ya hace días que las excavadoras están trabajando en la zona para adecuarla, llevándose consigo cultivos y cañares. De hecho, han arrasado una duna natural por equivocación, acción por la que serán multados desde el Ministerio de Medio Ambiente.

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