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La Federación de Vecinos y Texlimca ponen en marcha un plan de recogida de ropa y aceite usado en sedes vecinales

La Federación de Vecinos y Texlimca ponen en marcha un plan de recogida de ropa y aceite usado en sedes vecinales
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    La Federación de Vecinos y Texlimca ponen en marcha un plan de recogida de ropa y aceite usado en sedes vecinales - (foto 2)
    La Federación de Vecinos y Texlimca ponen en marcha un plan de recogida de ropa y aceite usado en sedes vecinales - (foto 3)

    La Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia y la empresa valenciana Texlimca van a poner en marcha un programa de retirada de ropa y de aceite usado con la instalación de contenedores antivandálicos en las sedes de sus colectivos asociados de la ciudad de Valencia. El primer local donde se implanta es el de Tres Forques y progresivamente en Malvarrosa, Nou Moles, Patraix y en el resto de la ciudad.

    La presidenta de la federación, María José Broseta, y el director general de la empresa, Pedro Andrés, presentaron junto a otros directivos de ambas organizaciones el proyecto que ponen en marcha con dos objetivos: recoger ropa usada para reciclarla y concienciar a los vecinos de la necesidad de realizarlo para mejorar el medio ambiente.

    Así lo han expresado los dos dirigentes en la presentación de la puesta en marcha de la campaña que ha tenido lugar en la sede de la Asociación de Vecinos de Tres Forques.

    La puesta en marcha de éste proyecto supone un paso más de la federación por la implicación del movimiento social y vecinal en la colaboración con los demás vecinos para ayudarles en sus necesidades más perentorias.

    Broseta explicó que “nuestra intención fue, y es, hacer un acuerdo con el Ayuntamiento de Valencia pero hay un obstáculo. No somos empresa de inserción sociolaboral pero el movimiento vecinal sí somos lo es de utilidad pública. En una reunión nos dijeron que la nueva ordenanza nos deja fuera pero si digo que no vamos a cometer ninguna ilegalidad. En Valencia hay 75 contenedores dedicados a estos menesteres y son insuficientes, según los calculos de la Unión Europea, además de realizarse un servicio deficitario y eso el ayuntamiento lo sabe”.

    Una de las dirigentes vecinales responsable de este proyecto, Ana Cantero, explicó que “al ayuntamiento no le ha gustado nuestro planteamiento pero somos conscientes de la necesidad de reciclar y queremos prestar un servicio a nuestros vecinos y asociados. Hace tiempo que venimos hablando con el ayuntamiento y hace poco ellos han salido adelante con algo similar”.

    Por su parte, el dirigente de Texlimca hizo hincapié en que ellos llevan casi 70 años dedicándose a estos menesteres de recuperación con empresas en distintos lugares de España. “Para nosotros es una satisfacción colaborar por vez primera con el movimiento vecinal y, en concreto con el de Valencia porque creemos que los ciudadanos son quienes deben aportar más y conocer más el reciclaje de ropa y aceite usado”.

    Andrés apunto otra de las patas de éste acuerdo como son la celebración de charlas en colegios dirigidas a los escolares y a donde irán de la mano del movimiento vecinal de cada barrio.

    También ofreció datos y ello a pesar de no existir un sistema nacional de gestión de ropa usada. “En la Comunidad Valenciana de 60.000 toneladas de ropa usada solo se recuperan 9.000”, comentó pero también alertó de que la Unión Europea puede sancionar a España por no poner en marcha este tipo d recogida selectiva de ropa ni apoyarla con claridad.

    El problema de Valencia

    - Falta de control y excesivamente restrictivo. Sólo para tres empresas de integración socio-laboral y se desconoce la trazabilidad de los residuos que gestionan.

    - Sólo existen 70 contenedores cuando según la recomendación de la Unión Europea harían falta 170 contenedores más.

    - Hay contenedores ilegal

    - Están apareciendo cajas de cartón y campañas de recogida mediante bolsas en los portales de los edificios, algunas de ellas auspiciadas por organizaciones a las que se les retiraron los contenedores de vía pública.

    - Está apareciendo mucha ropa tirada por el suelo alrededor de los puntos de recogida, convirtiéndose en puntos sucios en lugar de puntos limpios.

    - No se están haciendo campañas de sensibilización, ni trasmitiendo la realidad del contexto de la ropa usada.

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