Los vendedores del Mercado Central exigen abrir el aparcamiento de la plaza de Brujas
El convenio estipulaba que se debían reembolsar a la Generalitat los 11 millones de las obras
Los vendedores del Mercado Central de Valencia, clientes, comerciantes y vecinos de la zona se han manifestado hoy por el centro de Valencia desde el propio mercado hasta el Palau de la Generalitat para reclamar la apertura del aparcamiento de la Plaza Ciudad de Brujas, una infraestructura ubicada junto a este recinto comercial y cuyo retraso califican de "injustificable"
Los comerciantes han recordado que las obras del estacionamiento comenzaron hace siete años y finalizaron hace año y medio. Consell y Ayuntamiento siguen negociando desde hace un año las condiciones económicas de la licitación de este parking.
Los comerciantes hartos de esa situación han salido a la calle en la primera ocasión en muchos años que protagoniza una manifestación el mercado más importante de la ciudad.
La protesta se ha iniciado a las 14 horas desde el propio mercando y ha terminado enfrente del Palau de la Generalitat. Un grupo de vendedores con carros de la compra llenos de calabazas, en las que se habían pintado caras tristes, junto a carteles reivindicativos, con frases como 'Respeto al Mercado', '7 anys sense parking', iban en cabeza mientras detrás caminaba el presidente la Asociación de Vendedores del Mercado Central, Francisco Dasí, marchaban junto a una gran pancarta en la que se podía leer 'Parking Plaça de Bruges Ya!'. Durante la manifestación se han repartido folletos con estas reivindicaciones, se han hecho sonar pitos y sirenas y se han coreado frases como: 'Basta de promesas, queremos soluciones', 'Parking ya. Queremos soluciones'.
El presidente del Mercado Central, Quico Dasi, espera no volver a salir a la calle con otra manifestación y todo el problema se resuelva esta semana. “Creemos que puede tener solución. Solo es cuestión de voluntad política”, explicó
El origen del conflicto, once millones de euros
Un convenio firmado entre el consistorio y el Consell estipulaba que el segundo realizaba la inversión pero posteriormente el adjudicatario debía reingresarla. Y ahí está el caballo de batalla. El dinero a reembolsar a la Generalitat son 11 millones de euros y esa la cantidad que tanto esta costando cuadrar.
El ayuntamiento sacó a licitación el aparcamiento pero quedó desierto y la falta de dinero hace necesario a la institución autonómica hacer caja y de ahí las presiones para ingresar ese dinero. Desde el consistorio se intenta negociar un pago aplazado incluso adelantar otro concurso y cumplir con lo fijado en el convenio pero desde Infraestructuras quieren cobrar.
