Esquerra Unida exige que el viejo Mestalla se transforme en una zona verde pública
Sanchis: “Esperamos que el nuevo proyecto recoja todas las reivindicaciones vecinales”
El portavoz del grupo municipal de Esquerra Unida, Amadeu Sanchis, ha mostrado su oposición al nuevo Plan de Actuación Estratégica ‘Valencia Dinamiza’ que presentó ayer el Valencia CF al considerar que las variaciones incluidas con respecto al anterior son mínimas y, además, no recogen las peticiones vecinales. “Tal y como hemos hecho en ocasiones anteriores, presentaremos alegaciones a este nuevo proyecto ya que sigue planteando que los edificios de la avenida Aragón tengan 22 alturas y, además, incluye zonas ajardinadas privadas”, ha declarado Sanchis.
El concejal de la formación de izquierdas ha explicado que para EUPV en la nueva propuesta deben quedar reflejados los diferentes acuerdos adoptados entre el Ayuntamiento de Valencia y los vecinos y vecinas de los barrios afectados de Mestalla y Benicalap, así como el que se respeten las zonas verdes y equipamientos públicos, la edificabilidad máxima y alturas de cornisa y la construcción del polideportivo de Benicalap con usos consensuados con vecinos, entre otros acuerdos previos. “Si el nuevo proyecto no tiene en cuenta ninguna de estas reivindicaciones, tal y como todo parece indicar, nos volveremos a oponer a estas modificaciones”, ha dicho el edil.
Asimismo, Amadeu Sanchis también ha pedido al Ayuntamiento que exija el cumplimiento inmediato del pago de la deuda contraída por el Valencia C.F. con la ciudad de Valencia. Según ha explicado Sanchis, “consideramos que no quedan reflejados en la documentación de la nueva ATE los diferentes acuerdos que en su momento se llegó entre Ayuntamiento y los barrios afectados de Mestalla y Benicalap, lo cual es especialmente grave si tenemos en cuenta que la modificación del planeamiento comporta transformaciones en ambas zonas que afectarán significativamente al funcionamiento integral de Valencia”.
Igualmente, el edil ha defendido que habría que garantizar que dicha modificación no suponga un incremento del deterioro en las condiciones de habitabilidad de los ciudadanos con pérdida o disminución de equipamientos públicos, problemas de movilidad, contaminación, ruido, etc. Es decir, “que esta operación no traslade perturbaciones de un espacio urbano a otro”, ha concluido.
