Un Corpus de cruz en el Convite y de cara en la procesión

El Corpus Christhi de Valencia tuvo ayer una cara y una cruz. Una cara en el sentido de ser un festejo multitudinario de amantes de las tradiciones valencianas y de turistas ociosos por conocer una de las tradiciones más antiguas de la ciudad que aún sigue sin conocerse en su totalidad a pesar del esfuerzo de Amics del Corpus y ayuntamiento.

La Cabalgata o Convite y la Procesión General registraron una buena afluencia de público y las calles del centro de la ciudad vivieron una vez más unos actos cuyos origenes se remontan a 1355.

En el primero de ellos hubo un punto y aparte que merecerá reflexión desde Amics del Corpus y el área de Fiestas del ayuntamiento, fue en el paso de la llamada Degolla, el grupo vestido de ropajes y con palos de plástico que cuando llega a la calle Avellanas le caen decenas y decenas de litros de agua.

Éste año su paso se ha demorado más de media hora debido a un malentendido de quien no les permitía el paso hasta que la zona quedara despejada. Un acuerdo entre Amics del Corpus y consistorio resolvió el paso de la Degolla hasta que la citada calle donde se tira el agua quedara libre pero tras esto suceder no les dejaron pasar hasta 35 minutos después de pasar los personajes.

La paralización originó malestar entre los de la Degolla cuya mitad de componentes se marchó y los otros entraron. El edil de Policía Local medió ante el funcionario que les cerraba el paso para abrirlo ante las protestas de esos componentes.

El origen de todo esto se remonta al año pasado cuando un grupo de esos mismos componentes entraron en tropel en Avellanas y al lanzarles el agua se mojaron decenas y decenas de personas que incluso desconocían este curioso acto y paso.

Vuelve a ser protagonista la Degolla durante dos años trayendo a la memoria los desmanes hechos en siglos pasados que originaron la decisión de que ese parte del Convite no saliera en el cortejo. No creo que esto suceda pero sí deben guardar todos un orden.

No fue lo único que sucedió ya que la Virgen no fue encima de un burro ya que el año pasado éste salió corriendo provocando cierto descontrol.

Estos pequeños incidentes no deslucieron el paso de los bailes tradicionales con el sumun del protagonismo de la Moma, los verdaderos protagonistas del festejo que este año tuvo mejor organización.

Ya la tarde se tornó de color, de un color rojo intenso, para convertir el asfalto en una alfombra al paso de la Custodia de los Pobres, de 600 kilos de plata y cinco de oro, y cuatro metros de altura, de una procesión que incluso ni en la guerra civil dejó de celebrarse

La también conocida durante siglos como la "Festa Grossa", une la tradición católica de celebrar el dogma de la presencia de Cristo en la eucaristía con el desfile de casi 300 personajes bíblicos de pasajes del antiguo y nuevo testamento, que aparecieron después de ver unos renovados Gigantes y Cabezudos. Así se pudo ver al Agüelo Colomet,

A la procesión, que presidió el Deán de la Catedral ante la ausencia del arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, por su desplazamiento a la visita papal en Roma han asistido el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra; la consellera de Cultura, María José Catalá; el delegado del Gobierno, Serafín Castellano; la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá y el Comandante Naval de Valencia, Bartolomé Navas.