La Semana Santa Marinera estrena paso escultórico del escultor Juan Manuel Miñarro
La bendición tendrá lugar el domingo en el Cabanyal
Cuatro bandas de cornetas y tambores realizarán un homenaje musical
La Hermandad de la Coronación de Espinas, fundada en 2008 en el Cabanyal, de la Semana Santa Marinera de Valencia realizará el próximo domingo 30 de marzo a las 12 horas en la Parroquia de los Ángeles la bendición de su paso procesional del III Misterio de Dolor del Santo Rosario denominado "La Coronación de Espinas de Nuestro Señor Jesucristo".
La obra es la primera que el escultor-imaginero Juan Manuel Miñarro, y catedrático de Escultura de la Universidad de Sevilla, ha hecho para una hermandad asentada en tierras valencianas. El conjunto escultórico recorrerá el domingo las calles del Cabanyal y saldrá a la calle el 12 de abril, día de presentación del colectivo en la Procesión de los Faroles.
El Padrino de Honor del Paso será el párroco de la Anunciación de Aldaia, Joan Carles Alemany, Hermano de Honor Perpetuo.
El consiliario de la hermandad y párroco del Cabanyal, José Luis Barrera, se encargará de oficiar la eucaristía y bendecir el paso y al terminar las cuatro formaciones musicales relacionadas con la entidad realizarán un homenaje a la nueva imagen con distintas marchas procesionales. Las bandas participantes son la Agrupación Musical de Cornetas y Tambores de la Piedad de Oliva; La Banda de Cornetas y Tambores de San Luis Beltrán de Valencia; La Banda de Cornetas y Tambores Cristo de los Necesitados de Aldaia, y la Xaranga Piticli de Valencia.
Una vez termine ese acto tendrá lugar un vino de honor en el local de la hermandad.
El paso está compuesto por cuatro figuras representando el misterio doloroso de la Coronación de Espinas. En él se ve a la imagen titular Jesús en el momento inmediatamente posterior a la flagelación, con una mano todavía atada en la columna o poste de amarre.
El acto se desarrolla en el pretorio y uno de los soldados romanos porta en sus manos la corona de espinas, con intención de proceder a su coronación, otro soldado romano termina de liberarle de la atadura de la otra mano, y por último el tercer soldado lleva en una mano la caña y en la otra la clavide con la que lo cubrirá.
