La Falla Avenida Peris y Valero – Cuba gana el premio fallero del Controla Club
El segundo premio ha sido otorgado a la Falla Palleter – Erudito Orellana
La onceava edición de los Premios Falleros del Controla Club dedicados a reconocer los monumentos falleros que mejor abordan la problemática de los consumos abusivos de alcohol en Fallas y la promoción de las conductas seguras y responsables ha otorgado sus premios a las fallas Avenida Peris y Valero – Cuba y Palleter – Erudito Orellana.
El primer premio dotado con Palet y 600 euros en metálico ha sido concedido a la falla Avenida Peris y Valero – Cuba por su escena “Jo creia que controlava” que centra sus mensajes en el fenómeno del botellón y muy especialmente en los consumos abusivos de alcohol por parte de los jóvenes universitarios y cómo influye en su rendimiento académico. El monumento es obra de Pepe Sales y es la primera vez que recibe el galardón de los premios del Controla Club.
El segundo premio ha sido concedido a la Falla Palleter – Erudito Orellana y a su monumento “Per dins de la festa” y que reclama la moderación de los consumos de alcohol en los casales y la crítica a aquellos que abandonan la importancia del monumento fallero por gastarse el dinero en la fiesta. La obra es de los artistas Hermanos García Ribas.
Al margen de los premios, el Jurado del concurso ha querido hacer una mención al ingenio y gracia de la escena de la falla Exposición Micer Mascó – Arévalo Baca que hace un juego de palabras con los premios Grammy, la gramola y los “gramos de farlopa” (cocaína).
Los premios falleros del Controla Club integrados en el cuadro de honor de los Premios de Junta Central Fallera han conseguido un año más, despertar el interés de las comisiones y artistas falleros que han competido por alcanzar estos premios abordando las diferentes problemáticas relacionadas con los consumos de alcohol así como la necesidad de organizar y controlar más la fiesta. Más allá de los monumentos galardonados, hay que destacar los mensajes relacionados con la cada vez mayor organización en la fiesta y el funcionamiento de los casales, la problemática de las molestias vecinales, la importancia de controlar el uso de los petardos y de evitar su utilización bajo los efectos del alcohol, el recuerdo a la “ruta del bacalao” y la denuncia del fenómeno del “balconing” por parte de los turistas borrachos en Salou y otras ciudades turísticas.
