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El Estado de la Ciudad se finiquita sin debate pero entre acusaciones entre PSPV, EU, Compromís y el PP

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    El pleno sobre el Debate de la Ciudad de Valencia que tuvo lugar por segundo año consecutivo en el hemiciclo, y forzado por segunda vez por la oposición y sin participación de la alcaldesa, Rita Barberá, duró 75 minutos pero no hubo ni debate, ni progreso alguno sobre el estado de la ciudad ni tampoco se conocieron “in voce” las propuestas de los tres grupos de la oposición, PSPV, EU y Compromís que sí entregaron a la alcaldesa.

    Ha tenido lugar el sexto debate de la ciudad de la etapa democrática y el segundo desde que la alcaldesa Barberá está al frente del consistorio. Para la oposición fue un momento para dejarse oír e incluso el socialista Calabuig recordó que es un ejercicio democrático que en otros consistorios es algo habitual. Desde las filas populares varios responsables se encargaron de comentar que la intención de la oposición es minar a la alcaldesa y sobre el estado de la ciudad ya se habla todos los días en las comisiones y en el pleno.

    El debate se convirtió en un acto donde los portavoces de los grupos hablaron sobre las líneas generales de lo que quieren y de las dolencias de la ciudad. Así lo hicieron los respectivos portavoces. Joan Ribó, por Compromís; Amadeu Sanchis, de EU y Joan Calabuig del PSPV mientras en el PP Alfonso Grau les respondió con los logros del equipo de gobierno en estos 22 años y reprochándoles que, en momento alguno, plantearán sus propuestas.

    El paro, la falta de inversión del Gobierno, la Marina Real, la deuda de la Generalitat, y la suciedad en las calles fueron los cuatro temas que más tiempo coparon en los parlamentos de los portavoces.

    La alcaldesa de Valencia se ausentó en tres ocasiones del pleno aunque por el tono de su faz cuando le comentaron que debía hacerlo fue de preocupación. No fue un desaire pero coincidió su ausencia cuando más le estaba dedicando unas palabras el portavoz de Compromís.

    Fue Ribó quien sacó el asunto del coche de la alcaldesa aparcado desde hace años y años en el interior del ayuntamiento con las ruedas pinchadas en pleno abandono y que a los ciudadanos les reportan multas por esos hechos. Grau, en su intervención, le reprochó utilizar su vehículo en aparcamientos como la fachada principal del consistorio sacando del bolsillo una foto y acusándole de hacer política de campanario y fue el portavoz del PP quien sacó el asunto de las señas de identidad tildando a Sanchis y Ribó de oportunistas por estar presentes con la Senyera y por la tarde con la cuatribarrada. Fue el primero quien le respondió que las señas de identidad no son propias del PP sino de todos los valencianos.

    De equipamientos de la ciudad hablaron los responsables de la oposición, aunque poco por disponer cada uno de cinco minutos. Calabuig recordó a los populares que ellos se encontraron una ciudad por hacer que habían recibido como herencia.

    Grau recordó el millar de equipamientos hechos y volvió a recordar a los socialistas como dejaron El Carmen, como Beirut, y de dejar el Cabanyal, sin planificar. Y el portavoz popular les acusó de pasar a hurtadillas sus propuestas ni explicarlas en el pleno.

    En resumen, 75 minutos que no dieron para mucho sino más bien para exponer las cartas de lo que pasará en los próximos meses: una subida en los tonos ante unas elecciones, las europeas, que muchos las tomarán como batalla contra aquellos lugares donde gobierne el PP.

    El próximo encuentro, el viernes en el pleno ordinario.

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