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Compromís se opone a la construcción de un nuevo gran centro comercial cerca del nuevo Hospital La Fe

  • Ribó: "Según el Consejo de Cámaras de Comercio, Valencia tenía en 2010 una densidad de centros comerciales de 440'1 m2 de superficie por 1.000 habitantes, sólo superada por los 446'6 m2 de Madrid"

El portavoz del Grupo Municipal Compromís, Joan Ribó, ha calificado de mala noticia el hecho de que la empresa franco-holandesa Unibail-Rodamco haya presentado solicitud de licencia para la construcción de un nuevo gran centro comercial al lado del hospital de la Nueva Fe. Ribó lo ha justificado, en primer lugar, por su ubicación cerca del Centro Comercial El Saler y del Centro Comercial Turia que son precisamente los centros comerciales de Valencia con mayor rotación de pequeños comercios en su interior y no precisamente por el éxito de las sus empresas.

Ribó le preguntó a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, si hace falta otro centro comercial en Valencia. Los datos, segundo sel portavoz de Compromís, indican que no. Según el Consejo de Cámaras de Comercio, Industria y Navegación de la Comunidad Valenciana, el Área de Valencia tenía en 2010 una densidad de centros comerciales de 440'1 m2 de superficie por cada 1.000 habitantes, sólo superada por los 446'6 m2 de superficie por 1.000 habitantes de Madrid, el área más saturada de toda España. Cabe destacar, en este sentido, que Madrid tiene una gran cantidad de población flotante por su carácter de capital de España. Además, desde 2010, la crisis se ha agravado y con ella la capacidad de compra de los valencianos.

Para el portavoz de Compromís, "la gran densidad de centros comerciales de Valencia ha supuesto la pérdida de miles y miles de puestos de trabajo en los pequeños comercios de los barrios de la ciudad. Cada vez que se inaugura un nuevo centro comercial se habla pomposamente de los puestos de trabajo que se van a crear. Por ejemplo el nuevo centro "Oceánico" habla de crear 3.000 nuevos puestos de trabajo. Lo que no se dice nunca son los miles de pequeñas empresas familiares que deben plegarse como consecuencia de estas implantaciones de grandes superficies. Y, además de perderse empleos en cantidades superiores a las creadas, se disminuye de forma muy importante la calidad de vida en los barrios al obligar a la ciudadanía a tener que hacer desplazamientos lejos de su casa y de su barrio para cualquier compra con la consiguiente pérdida de tiempo, recursos, habitabilidad y calidad de vida en general".

Según Ribó, "hay que decirlo claramente: Los comercios de barrio son esenciales para la vida de los mismos. Sin ellos un barrio se convierte en una especie de urbanización sin apenas ningún servicio".

Por otra parte, Compromis ha denunciado que el nuevo centro comercial Oceánico, ubicado cerca de la autovía V-30, dispondrá de 4.500 plazas de aparcamiento gratuitas. Un gran centro comercial está basado en el uso del coche particular y complica y modifica la movilidad de la ciudad haciendo aumentar el consumo del coche privado frente al transporte público u otras formas de movilidad más sostenibles. La proximidad a los otros dos grandes centros comerciales y en la misma Fe obliga a analizar seriamente los problemas de movilidad de la zona que, sin duda, se crearán.

Ribó ha manifestado que "hacer grandes centros comerciales supone una apuesta decidida por el coche privado en detrimento de las formas de movilidad sostenible que se están imponiendo en toda Europa y que, en Valencia, se encuentran todavía en una forma incipiente. En otras palabras, é como se fue al revés de como se está planificando las ciudades y la movilidad europea en unos momentos en que el coche particular es cada vez más oneroso de mover tanto por el coste del combustible como del impacto medioambiental sobre el cambio climático".

Ribó ha concluido que "por mucho que la señora Barberá nos quiera convencer de lo contrario, la opción de construir y llenar la ciudad de grandes centros comerciales no es una opción moderna y sólo favorece los intereses de quienes lo promueven. Detrás de estas opciones, siempre están capitales y multinacionales extranjeras como en el caso de Oceánico. Es una opción del siglo pasado. Las ciudades del siglo XXI serán ciudades más compactas, más polivalentes, con unos barrios donde el comercio es una parte fundamental del mismo, con un uso del coche particular más restringido. Llenar la ciudad de centros comerciales como hace la alcaldesa Barberá es volver al siglo pasado. Por ello, que no cuentan con Compromis".

 

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