¿Cómo se restaura el traje de un torero?
Carmen Pérez, directora del IVC+R: "Lo bueno es que este convenio nos permite tanto al Museo Taurino como a nosotros investigar el tipo de piezas que tiene este museo ya que es muy interesante por toda la colección que conserva"
El IVC+R tiene un convenio de colaboración con la Diputación y especialmente con el Museo Taurino dirigido por Flaminia Guallart en el que se encargan de restaurar todas las piezas del museo. En este caso, la institución pública cuenta con dos piezas muy interesantes, "una es todo el terno de Gallito que tuvo una cogida por el toro Coletero en la plaza de Barcelona el 5 de julio 1914. Y otro mucho más antiguo que es la chaquetilla y chaleco de el toreador que pertenece al 1803-1838", afirma la directora del IVC+R, Carmen Pérez.
Curiosidades
Tras la investigación de los dos trajes del Museo Taurino una de las curiosidades que han percibido es que "el hombre ahora se ha desarrollado mucho más. Es mucho más alto y fuerte. De hecho, hay algunos trajes que nos parecen casi de niño porque los toreros de hace unos años eran mucho más delgaditos y bajitos a los de ahora", subraya la directora.
Un trabajo minucioso y que exige mucho tiempo
Mª José Cordón, restauradora del IVC+R, es la encargada junto a otras dos compañeras de realizar los trabajos de restauración de textil, Cordón, argumenta que el traje de Gallito "llegó al Instituto en muy mal estado". Por lo tanto, lo que se ha hecho es primordialmente "fotografiar la pieza para documentar cómo estaba el traje en sí". Lo segundo que se realiza es "un estudio con un mapa de deterioro". En este caso por ejemplo, "cuando hemos hecho el estudio previo y el histórico, pasamos al siguiente paso que es ver cómo vamos a bordar la pieza, porque aunque le hayamos hecho un presupuesto previo, cuando realmente la vamos a manipular nos puede variar mucho".
Con el chaleco de Gallito, "hemos cogido un soporte de seda que hemos teñido previamente con un tono lo más parecido posible. Le sacamos un patrón, lo trasferimos al tejido, recortamos y vamos introduciendo la tela en la parte que vamos a restaurar. Cuando está todo introducido y estirado, con hilo que hemos teñido en el propio taller de seda, vamos restaurando, y hacemos lo que se llama el punto de restauración que siempre coseremos en líneas paralelas y perpendiculares", argumenta la restauradora.
Finalmente, "repasamos el bordado que en este caso es la cordelería. Normalmente, "los chalecos de torero tienen unos cordones que aguantan las mangas, entonces lo que hemos hecho es ponerle un bies, a ambos lados para no desgarrar el tejido", señala Cordón. Posteriormente, "lo que haremos, una vez terminamos la restauración, es un maniquí a medida para que la pieza se conserve lo máximo posible".
El traje de luces de José Gómez Gallito
"En este traje hay manchas de sangre por la cornada que tuvo Gallito y que no reducimos en ningún momento. Primero, porque atacaríamos al tejido y segundo porque es preferible no perder el tejido. Esta pieza es un traje de luces color tabaco y oro. "Las piezas de la taleguilla son en forma de rombo y la de la chaquetilla son redondas. Entonces, eso nos da la información igual que la piedrecita azul que lleva cada pieza, nos da la información de cómo era el corbatín y el fajín", indica la restauradora.
"La manga no la montamos hasta que no tengamos el maniquí, que reproducimos desde aquí, porque cuanto menos manipulemos la pieza mejor ya que la seda se va pasando con el paso del tiempo y saltaría todo", ha dicho Mª José Cordón.
El Museo Taurino
La directora del Museo Taurino, Flaminia Guallart, agradeció todo el esfuerzo que realiza el IVC+R para restaurar las piezas "tan valiosas" que tiene el Museo Taurino. Asimismo, la directora remarcó que "una vez realizado este esfuerzo y esta intervención lo que hay que hacer es conservar las piezas adecuadamente". Es más, Mª José Cordón reafirma que "no es conveniente tener los trajes más de tres meses en el Museo por ello, tienen que rotar".
El Museo Taurino de la Diputación de Valencia cuenta con un importante patrimonio histórico que lleva a sus espaldas un minucioso proceso de trabajo de restauración por parte del IVC+R y gracias a ello, la actuación realizada pretende devolver al conjunto su unidad y estabilidad tanto física como estética.
