La muestra ‘Con el aire’ de José Saborit reúne más de 13.000 visitantes
La exposición del pintor valenciano José Saborit que acoge la sala gótica del Centro del Carmen cerrará mañana sus puertas con más de 13.000 visitas
Desde el pasado día 23 de septiembre, la exposición ha podido visitarse durante algo más de dos meses y han sido especialmente los fines de semana cuando mayor afluencia de público ha tenido. Una media de 600 personas han visitado la sala cada fin de semana.
La exposición muestra un total de 27 pinturas de gran formato correspondientes a la última etapa creativa del artista que se centra su serie ‘cielos’.
Según el comisario de la muestra, Facundo Tomas, “José Saborit Viguer ha decidido ahora pintar cielos. En una época bastante anterior hizo mares. En su última etapa transitó del mar a la montaña —después de pasar por otras experiencias cromáticas y algunas búsquedas corporales— dirigiendo una mirada brumosa hacia esa naturaleza a la que estaba convirtiendo en objeto privilegiado de diálogo: mares, montañas, cielos… lugares de encuentro con un deseo absoluto donde poder relajar la tensión intelectual”.
José Saborit, al incluir los tres trípticos-ventana entre las veintisiete pinturas que exhibe en esta muestra, unidos a los otros cuadros no sólo por un espacio común, sino también por una temática única, se introduce en el debate histórico con sus propias posiciones: su respuesta a la crisis de la representación se resuelve en un incremento de la representación misma, íntimamente conectado al valor de la materia y de la forma pictóricas, al ensanchamiento de la belleza de la superficie, al reconocimiento básico de la condición formal de todo arte.
Para la exposición se han seleccionado, de toda la serie, veintisiete obras: cinco Lejos, cuatro Fugas, dos Malvarrosas, quince Caídas y un Cielo rojo. Vivimos en una cultura de la serialidad, disfrutamos en esta postmodernidad de una estética de la redundancia que se hace especialmente evidente en la creciente importancia narrativa de las series de televisión, pero que abarca todo el universo del pensamiento.
Para Facundo Tomás “cuando José Saborit se sitúa en este camino está, pues, simplemente recuperando una tradición de la historia de la pintura y reformulándola en la sociedad de masas del siglo XXI, según su peculiar comprensión de las cosas y el arte.”
Las cuatro Caídas, junto con los cinco Lejos, son los cuadros más delicados y sensuales de toda la exposición. Son murallas de pintura que son cielos que son paredes de colores que son la tarde pero que son el lienzo embadurnado. Los cielos son redes lanzadas a la imaginación del espectador para atraparla y conducirla hacia la proximidad e inmediatez de lo pictórico mismo, de “la pintura como tal”.
La exposición es en sí una nueva obra de arte, pues articula la sala gótica con la decoración actual y presenta a los espectadores una mirada diferente de un espacio conocido, ha señalado el artista.
José Saborit, con esta muestra, se afianza como uno de los pintores de mayor importancia que están construyendo la identidad cultural valenciana a través de pinturas que reivindican las más arraigadas tradiciones mediterráneas, de apego a las superficies de color, al “docto oficio de forjador”, al mismo tiempo que, desde esas tradiciones, se proyecta a los problemas candentes de la historia de la pintura, de los retos de la plástica del siglo XX y del conjunto de la cultura del siglo XXI, reafirmando según el comisario “un concepto de belleza semejante al que Oscar Wilde concibió con claridad en los finales del siglo XIX, afirmando que el verdadero misterio del mundo no es lo invisible, sino precisamente lo visible”.
