VALENCIA | SOCIEDAD

Monseñor Ros: “El acompañamiento al mayor nos pide vivir en la espiritualidad de la revolución de la ternura del amor”

ELPERIODIC.COM - 06/02/2020

En la ponencia principal del XIII Encuentro Nacional de Consiliarios de Vida Ascendente en Madrid

El obispo auxiliar de Valencia monseñor Arturo Ros, responsable de la Vicaría para el Laicado y la Acción Caritativa y Social del Arzobispado de Valencia, impartió ayer la ponencia principal del XIII Encuentro Nacional de Consiliarios de Vida Ascendente, que se está desarrollando en Madrid, en la que destacó el valor del acompañamiento y de la oración con el otro y, en especial, con los mayores.

Bajo el título “Acompañar en la oración en Vida Ascendente”, monseñor Ros ha incidido en la espiritualidad de Vida Ascendente y ha subrayado que “el acompañamiento al mayor nos pide vivir en la espiritualidad de la revolución de la ternura del amor y si no vivimos en la ternura, no disfrutaremos de nuestra vida espiritual, tal como el Papa Francisco nos insiste continuamente”.

El obispo auxiliar de Valencia, que fue presentado por Luis Sanchez, consiliario diocesano en Valencia del movimiento Vida Ascendente y delegado episcopal para la Pastoral de Enfermos y Mayores, aseguró que "lo que nos transforma es la experiencia de Dios y por ello nuestro reto es caminar en una mayor calidad en nuestra experiencia de Dios y el acompañamiento nos debe hacer avanzar en nuestro acercamiento personal a Él”.

Asimismo, “necesitamos ejercitarnos en el arte de escuchar: una escucha respetuosa, atenta, compasiva y comprensiva, porque sin escucha nunca nos podremos acercar de verdad al otro, al que sufre, al que necesita nuestra compañía, al que necesitamos para encontrarnos verdaderamente con Cristo que está en Él”.

Igualmente, “no puede haber acompañamiento sin cultivar permanentemente una sana vida de oración personal, en la experiencia íntima de la oración en el silencio de nuestro alma, y comunitaria, en la vida de oración con los otros”.

Además, monseñor Ros aseguró que “nuestra grandeza es hacernos niños en Dios: pequeños, pobres y totalmente dependientes” porque “la infancia espiritual no la conseguimos nosotros, nos la regala Dios”.

Como conclusión de la sesión, Luis Sánchez hizo hincapié en que “lo que no se vive no se transmite” y el movimiento Vida Ascendente “está llamado a vivir: en su espiritualidad, la oración confiada en nuestro Dios; en la amistad, la ternura y el afecto que se manifiesta en la escucha y los pequeños detalles; y en el apostolado, vivir y transmitir la alegría de la fe que nos transforma”.

Por último, monseñor Ros presidió ayer en Madrid la eucaristía central del encuentro, concelebrada por todos los consiliarios de Vida Ascendente.