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Una mesa debate analiza la evolución de la escena valenciana desde 1995 y segunda semana en cartel para la comedia La Niebla en Sala Russafa

Una mesa debate analiza la evolución de la escena valenciana desde 1995 y segunda semana en cartel para la comedia La Niebla en Sala Russafa
  • El 25+1 aniversario de Arden Producciones, compañía impulsora de Sala Russafa, motiva la organización el viernes 29 a las 17:30h de una mesa debate en colaboración con ésta y AVETID bajo el título 1995 vs 2021 ¿Ha cambiado la escena valenciana?

  • En la programación teatral, segunda semana en cartel para la comedia La Niebla, un homenaje al teatro clásico donde los enfrentados Góngora y Quevedo se ven obligados a compartir espacio mientras hacen un repaso a los males de la sociedad del Siglo de Oro

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Una mesa debate analiza la evolución de la escena valenciana desde 1995 y segunda semana en cartel para la comedia La Niebla en Sala Russafa - (foto 2)
Una mesa debate analiza la evolución de la escena valenciana desde 1995 y segunda semana en cartel para la comedia La Niebla en Sala Russafa - (foto 3)

Sala Russafa organiza, en colaboración con Arden Producciones y AVETID una mesa de debate abierta al público el próximo viernes 29 de octubre a las 17:30 h, con entrada libre hasta completar el aforo.

Bajo el título 1995 vs 2021 ¿Ha cambiado la escena valenciana?, se echa una mirada al retrovisor para contrastar que hace 26 años gobernaban Felipe González, Eduardo Zaplana y Rita Barberá, mientras se conocían los creadores de Google y Ketama cantaba aquello de “No estamos locos, que sabemos lo que queremos”. Fue el momento en que nacieron varias compañías teatrales (quizá haciendo suyo el tema de los hermanos Carmona) y se intentaron poner en marcha algunas salas privadas. Pues, aunque crear era un reto, era más complejo negar la naturaleza humana que pide teatro, historias, imaginación, la representación como forma de evasión y de expresión.

Mientras que, en 2021, segundo año de pandemia mundial, el poder está en manos de Pedro Sánchez, Ximo Puig y Joan Ribó, reinan las redes sociales y C. Tangana canta con Nathy Peluso “Yo era ateo, pero ahora creo”. Varias de las formaciones teatrales que nacieron un cuarto de siglo antes sobreviven, seguramente gracias a algún que otro milagro y a mucho esfuerzo. Se les han sumado otras muchas que muestran sus trabajos en festivales, en salas públicas, pero también privadas, que han ido emergiendo y contribuyendo a que se mantenga arriba el telón de una escena frágil, aunque necesaria. Imprescindible para los creadores y el público.

Sobre el escenario, representantes del sector y las instituciones intentarán responder a preguntas como si ha cambiado el escenario donde se mueven los trabajadores de las artes escénicas o si es más fácil crear un espectáculo y sobrevivir como formación ahora que entonces. También analizar el papel que han jugado y pueden desarrollar las políticas culturales en la evolución de las artes escénicas.

Intervienen Maite Ibáñez, concejala de Acción Cultural; Roberto García, director adjunto de Teatro y Danza del IVC; Toni Benavent, socio fundador y productor de Albena Produccions; Jerónimo Cornelles, socio fundador de Bramant Teatre y Alarcón&Cornelles, además de director artístico del Festival Russafa Escénica; Adrián Novella, socio fundador de Bullanga Compañía Teatral y Escuela de Teatro de Castellnovo; y Juan Carlos Garés, socio fundador y productor de Arden Producciones.

Una oportunidad para intercambiar opiniones y experiencias no solo entre los ponentes, también con los asistentes, con las aportaciones del público.

Quevedo y Góngora, dos de los ingenios más agudos y enfrentados del Siglo de Oro, retratan el siglo XVII, pero también la actualidad en la comedia La Niebla

Uno era cojo, tuerto y corto de vista, mujeriego a la vez que misógino, pendenciero y faltón. El otro, de particular perfil, devoto cristiano, aunque descendiente de árabes, y resentido por su falta de éxito en La Corte. De generaciones diferentes, a ambos les unía la maestría literaria, pero les alejaba su manera de practicarla. Y, sobre todo, se hizo famoso su encarnizado enfrentamiento, en el que se cruzaban poemas con frases como ‘Érase un hombre a una nariz pegado’ o apelativos como ‘Québebo’.

Góngora y Quevedo, representaron a dos maneras de entender la vida y España, uno queriendo la apertura y el progreso, otro aferrado a las tradiciones. Ambos desengañados por la arbitrariedad del poder y la justicia. Los dos protagonistas de La Niebla, el nuevo espectáculo de Arden Producciones, con el que vuelven a los orígenes de esta compañía que cumple 25+1 años sobre las tablas.

Chema Cardeña escribe, dirige y protagoniza esta comedia, junto a Juan Carlos Garés, en la que cuentan con la colaboración de los actores Iria Márquez, Rosa López, Manu Valls y Saoro Ferre. Mediante proyecciones, éstos últimos son los encargados de dar vida a personajes del momento, como la cómica La Gallarda, los autores María de Zayas y Lope de Vega o el monarca Felipe IV. Sus apariciones, quién sabe si como recuerdo, visita o alucinación, hace que actores en vivo y en diferido interactúen en una compleja puesta en escena, que invita al espectador a jugar, a establecer su propia teoría sobre porqué están todos en el mismo lugar, un espacio que Quevedo identifica como León mientras Góngora asegura que es Córdoba.

Hasta el 14 de noviembre permanece en cartel esta pieza, con funciones de jueves a domingo y Día del espectador los viernes, con precios especiales. Un arriesgado montaje donde se entremezclan versos originales de los autores con reflexiones sobre temas tan de actualidad entonces como ahora. El racismo, el centralismo, el machismo o el desprecio por las artes escénicas, además del difícil equilibrio entre la libertad artística y el sometimiento al poder de los creadores, que necesitan ganarse el favor de los poderosos para su sustento, van apareciendo en una trama llena de momentos divertidos, un homenaje a la literatura y al teatro clásico, un envite de palabras desde uno y otro lado del cuadrilátero que comparten los famosos literatos, un peculiar espacio, cubierto de niebla, en el que actores y púbico se sumergen.

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