El Instituto López Piñero y el Aula de Cinema de la Universitat organizan un ciclo de cine sobre el estereotipo del científico loco

El Instituto de Historia de la Medicina y de la Ciencia López Piñero (centro mixto del CSIC y la Universitat), con sede en el Palacio de Cerveró, y el Aula de Cinema de la Universitat de València, presentan el ciclo cinematográfico Científicos locos. La primera sesión será el próximo jueves día 31 de mayo con la película Frankenstein de Mary Shelley (Mary Shelley´s Frankenstein, Keneth Branagh, Estados Unidos, 1994). El siguiente jueves 7 de junio se podrá ver el largometraje El ladrón de cadáveres (The Body Snatcher, Robert Wise, Estados Unidos, 1945). El jueves 14 de junio tendrá lugar la proyección de La mosca (The Fly, Kurt Neumann, Estados Unidos, 1958). Y para cerrar el ciclo, el jueves 21 de junio se proyectará el clásico de ciencia ficción Metrópolis (Fritz Lang, Alemania, 1927).

Las proyecciones, que tendrán lugar los jueves indicados a las 18 horas en la sala de conferencias del Palacio de Cerveró, serán en versión original con subtítulos en castellano. Cada sesión contará con una presentación previa y un coloquio posterior en el que podrá participar el público asistente. El ciclo, coordinado por José Antonio Díaz Rojo, investigador del IHMC, nos acerca a diferentes muestras del estereotipo del científico loco, obsesivo y a menudo genial, ampliamente explotado a lo largo de la historia del cine. Las películas de ciencia ficción y de terror que se presentan sugieren que la ciencia, la genialidad y el afán de dominar el mundo pueden mezclarse para formar un cóctel de fatal desenlace, en el cual el científico es susceptible de resultar víctima de su propia ambición y locura.

El filme que abre el ciclo, Frankenstein de Mary Shelley, narra la historia de un joven investigador suizo cuya pasión por los misterios de la vida y la muerte le llevarán a concebir la posibilidad de crear un hombre a partir de restos humanos. La película, una de las más fieles adaptaciones de la novela de Mary Shelley Frankenstein o el moderno Prometeo, ofrece un perfecto ejemplo del estereotipo de científico loco obsesionado por descubrir los secretos de la creación.

La segunda película, El ladrón de cadáveres, nos traslada a la ciudad de Edimburgo en 1831. Allí, el siniestro John Gray sirve clandestinamente al doctor MacFarlane, un prestigioso cirujano y profesor de anatomía, cadáveres robados del cementerio. Gray aprovechará el secreto para chantajear al doctor. Éste, por su parte, encarna la figura del científico loco entregado a su ambición cueste lo que cueste.

Por su parte, el largometraje del siguiente jueves, La mosca, relata la historia de un brillante científico obsesionado por perfeccionar un teletransportador y extender su funcionamiento a los seres humanos. Para ello experimenta consigo mismo y, fruto de una fatalidad, sufre una mutación en parte de su anatomía, que adopta los caracteres de un insecto. Víctima de su propia experimentación, tratará de retener su humanidad y revertir el proceso que le ha convertido en una aberración de la ciencia.

Finalmente, el jueves 21 de junio tendrá lugar la proyección de Metrópolis, obra maestra del expresionismo alemán que ofrece una visión apocalíptica de la sociedad del futuro, materializada en una gigantesca ciudad amenazada por los planes de un científico loco y su criatura robótica.