El Hospital La Fe reúne a pacientes y profesionales por el Día Mundial de la Leucemia Mieloide Crónica
El Hospital Universitari i Politècnic La Fe de València ha acogido la I Jornada del DÃa Mundial de la Leucemia Mieloide Crónica (LMC), que se celebra mañana, 22 de septiembre. En la jornada, organizada por la Asociación Española de Enfermos de Leucemia Mieloide Crónica (AELEMIC), pacientes, clÃnicos e investigadores en el campo de la LMC han compartido experiencia y conocimiento sobre esta enfermedad hematológica.
A lo largo de tres charlas y un testimonio personal, los asistentes a la jornada han podido acercarse al abordaje y a la investigación sobre la LMC. La LMC es un cáncer de la sangre en el que la médula ósea produce demasiadas células leucémicas que impiden la normal fabricación del resto de series hematopoyéticas, afectando a la fabricación normal de células sanguÃneas. Este proceso suele ser muy lento y los pacientes pueden estar asintomáticos durante años. Actualmente, un 50% de las personas que tienen LMC se diagnostican de manera casual, sin que presenten aún sÃntomas de la enfermedad.
Del tratamiento crónico a la monitorización molecular
El director del Ãrea de Gestión ClÃnica de OncologÃa y HematologÃa de La Fe, doctor Miguel Ãngel Sanz, ha destacado que la LMC representa un paradigma en el tratamiento del cáncer. El 95% de los pacientes con LMC logra controlar la enfermedad y tener una esperanza de vida similar a la población sana gracias a la medicación basada en inhibidores de la tirosina cinasa (TKI).
Según el doctor Sanz, ânos vamos aproximado al 100% de curación y ahora el mayor reto es estudiar a fondo la enfermedad mÃnima residual y las mutaciones que desarrollan una pequeña fracción de pacientes, para los que es necesario recurrir a otros inhibidores TKIsâ. En este momento, según el doctor Sanz, âel objetivo no está sólo en encontrar nuevos fármacos más eficaces y menos tóxicos, sino en identificar qué pacientes son susceptibles de suspender el tratamiento crónico en una situación de enfermedad mÃnima residual indetectable con una posibilidad remota de recaÃdaâ.
En este sentido, la doctora Eva Barragán, especialista en BioquÃmica ClÃnica en la Unidad de BiologÃa Molecular del Servicio de Análisis ClÃnicos de La Fe, ha destacado el trabajo que se está desarrollando para comprobar que se están alcanzando los objetivos del tratamiento e identificar a los pacientes que podrÃan llegar a suspenderlo.
Para la doctora Eva Barragán, âla prueba de la PCR es la forma más sensible de medir cómo el tratamiento controla la enfermedad. Es una herramienta imprescindible para que el hematólogo sepa si el paciente responde a su inhibidor de TKIâ.
El Grupo de Investigación en HematologÃa y Hemoterapia del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe participa en un proyecto de investigación pionero para identificar mutaciones que confieren resistencia a los inhibidores de ITK mediante técnicas ultrasensibles de secuenciación masiva. De esta manera, afirma la doctora Barragán, âel hematólogo tendrá más información para seleccionar el tratamiento adecuado dentro del arsenal terapéutico de la LMCâ.
Por su parte, la doctora Elvira Mora, hematóloga e investigadora en el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe ha profundizado en el tratamiento de la LMC, señalando la importancia de la adherencia al tratamiento y el manejo de los efectos adversos de los TKIs. La reciente aparición de genéricos de TKI ha creado preocupación entre los pacientes, por lo que la doctora Mora ha aclarado que âcontienen el mismo principio activo y, por tanto, tienen la misma eficacia para el control de la enfermedadâ. Por otro lado, âla discontinuación de tratamiento es una realidad para un pequeño grupo de pacientes que se deben identificar minuciosamenteâ, asegura Mora.
Desde la Asociación Española de Enfermos de Leucemia Mieloide Crónica (AELEMIC), su presidente Mateo Miras, ha presentado los objetivos de la asociación y ha destacado la importancia del trabajo de los profesionales sanitarios y del ámbito de la investigación para aumentar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes con LMC.