Las Hijas de la Sagrada Familia animan a los laicos valencianos a unirse a la Tercera Orden iniciada dentro de la congregación
Para compartir su carisma y participar en sus oraciones
Las Hijas de la Sagrada Familia han dado inicio a la Tercera Orden para Laicos, a la que las religiosas del monasterio de Agullent, única comunidad contemplativa de esta congregación presente en la diócesis de Valencia, invitan a unirse para compartir su carisma y espiritualidad, “desde el estado de vida en el que se encuentren”, participar en sus oraciones y en la adoración al Santísimo Sacramento.
Así, según indican las religiosas del monasterio Belén de la Inmaculada, de Agullent, “hay algunos laicos en la diócesis que están interesados en conocer la Tercera Orden, para saber si pueden inscribirse o no, y algunos ya han confirmado su deseo de formar parte de ella”. De momento, esta formación se ha ofrecido virtualmente debido al estado de alarma.
Las charlas formativas, que pueden seguirse por el canal YouTube o por el Facebook de la congregación, dieron comienzo a principios de este mes de mayo en el que la Madre fundadora, María Jesús Morales, explicó el fin y los grados de compromiso de la Tercera Orden.
La formación, que es permanente, se desarrolla los martes. A ello se une, además, la adoración al Santísimo dirigida, que tiene lugar todos los jueves durante una hora; y lo que las religiosas denominan “Nazaret con María”, que se realiza todos los sábados y consiste en grupos de oración en donde se reza el Santo Rosario en familia y una pequeña predicación sobre la Virgen Maria.
Igualmente, entre otras iniciativas, las religiosas han impulsado un curso vocacional “online” en el que tres días a la semana realizan sesiones para “guiar el proceso vocacional de hombres y mujeres que deseen conocer el estado de vida al cual Dios los llama”.
Para ofrecer más información, las religiosas del monasterio de Agullent han habilitado el teléfono 656 57 23 43 y el mail hsfbelendelainmaculada@hotmail.com
Cadena de oración frente al COVID-19
Por otra parte, las Hijas de la Sagrada Familia del monasterio Belén de la Inmaculada, de Agullent, continúan con la cadena de oración que impulsaron con motivo del estado de alarma para rezar al Inmaculado corazón de María por los afectados de la pandemia del coronavirus.
El objetivo es "ofrecer la posibilidad de que los fieles se unan a su oración en honor al Inmaculado Corazón de María para pedir su auxilio y amparo en estos momentos que vivimos en el mundo" y, para ello, han establecido un horario de intenciones dividido por las horas del día. Basta con que en cualquier momento dentro de la hora escogida se rece un Ave María por la intención correspondiente.
Además, las religiosas mantienen su Capilla de Adoración Eucarística Perpetua durante todo el día abierta a la participación de los fieles, y durante la noche la comunidad la realiza de manera interna. “Cabe resaltar que quien esté interesado en la adoración nocturna puede notificarle a las religiosas con anterioridad para que puedan realizarla sin ningún problema”.
Esta capilla está ubicada en su monasterio desde septiembre de 2018 cuando fue bendecida por el cardenal Arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, tras la llegada de las Hijas de la Sagrada Familia al antiguo Monasterio de san Jacinto de Agullent (desde entonces Monasterio Belén de la Inmaculada).
Las Hijas de la Sagrada Familia, fundadas en Colombia en 2011, tienen como carisma precisamente “la adoración perpetua a Jesús Sacramentado, vivir y enseñar una profunda devoción a la Virgen así como la consagración a Jesús por María”, siguiendo el método de San Luis María Grignion de Montfort (Francia, 1673-1716). Además de los tres votos religiosos de pobreza, castidad y obediencia, asumen un cuarto voto de "esclavitud Mariana", que resume toda su espiritualidad y carisma.
