Enrique Orihuel: “Los dirigentes mundiales dejan bastante que desear, enzarzados siempre en historias que frenan los ODS”
Enrique Orihuel, presidente de Betelgeux-Christeyns, ha afimado en la Universidad Católica de Valencia (UCV) que hay bolsas de pobreza muy grandes todavía en el mundo y, aunque en las últimas décadas se ha avanzado “extraordinariamente” para eliminarlas, “hay que incrementar el ritmo”. No obstante, “los mensajes catastrofistas no ayudan, hay que poner las cosas en su justa realidad”.
En su opinión, “lo que falla es la política y el liderazgo. La ciencia y la tecnología trabajan mucho, pero no deciden dónde hay que aplicar los conocimientos y cuánto; esto es una tarea de los dirigentes mundiales que, dejan bastante que desear, enzarzados siempre en historias que frenan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”.
Este experto ha participado en una sesión organizada por la Cátedra Betelgeux- Christeyns de la UCV, en la que la reflexionado sobre ciencia, tecnología y sostenibilidad. Tras una introducción aclaratoria sobre estos conceptos (“la ciencia es conocimiento, la tecnología es la aplicación de este conocimiento y la sostenibilidad va más allá porque es una opción ética por el bien), se ha centrado en los retos de esta última.
“La sostenibilidad implica gestionar los recursos que tenemos hoy, pero sin poner en riesgo el futuro en términos de desarrollo social y cuidado del medio ambiente. La ciencia y la tecnología pueden ayudar, pero la sostenibilidad aplica la sabiduría, que hace que pensemos en el futuro, en la casa común, para orientar la ciencia y la tecnología hacia el bien, porque por sí mismas no está orientadas en ningún sentido”, ha argüido.
A partir de esa idea, Orihuel se ha detenido en los ODS: “En temas como la paz, la justicia… La ciencia y la tecnología tienen poco que aportar, pero en lo referente al hambre, la salud y el bienestar, la educación, la conservación del medio ambiente… Son fundamentales”.
“Se oyen siempre mensajes muy catastrofistas. Es cierto que hay muchas cosas que están mal, pero, a la vez, estamos mejor de lo que pensamos. Es importante saber que, en las últimas décadas, se ha avanzado en alimentación, salud, higiene.... Conviene que veamos la realidad objetiva sin cargar las tintas en lo que no está bien, y sabiendo que es gracias a la ciencia y la tecnología mucho antes que a los políticos que el mundo ha tenido un desarrollo notable”, ha asegurado.
En su ponencia -celebrada de modo online debido a las circunstancias sanitarias- también se ha detenido en algunos retos, principalmente el energético. Asimismo, ha apelado a no centrarse en una perspectiva europeísta exclusivamente al hablar de sostenibilidad: “Si le preguntas sobre los OBD a una familia de Malawi que vive con 40 euros al mes, te contestará que son un trabajo digno, la eliminación de la pobreza, la salud y la educación. Si esa misma pregunta se la haces a una familia europea, la asociará a la protección del medio ambiente. Sostenibilidad es cuidar el medio ambiente, pero, sobre todo, asegurar el desarrollo de la persona. La persona ha de ser el principio y el fin delos OBS”.
