Desarticulada una organización criminal asentada en Valencia dedicada a la explotación sexual
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal asentada en Valencia, cuyas víctimas eran obligadas a ejercer la prostitución en los barrios más marginales de la Comunidad Valenciana. Para llevar a cabo esta actividad, al parecer, captaban a mujeres en su país natal, Nigeria, con falsas promesas de trabajo en Europa.
Las investigaciones se iniciaron aproximadamente hace seis meses en Valencia y finalizaron la pasada semana con la desarticulación de la estructura de una organización delictiva internacional asentada en Valencia dedicada al tráfico de mujeres africanas.
Agentes de la UCRIF de Valencia detuvieron a dos hombres y cinco mujeres, de entre 26 y 37 años, de origen nigeriano, como presuntos autores de los delitos de pertenencia a organización criminal, trata de seres humanos para su explotación sexual, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, favorecimiento de la inmigración ilegal, relativo a la prostitución, detención ilegal y amenazas. Se realizaron cuatro registros domiciliarios en los que se intervino:
- Más de 3.000 euros
- Equipos informáticos
- Documentación falsificada
- Pasaportes, algunos de ellos falsos
- Ofertas de contratos de trabajo al parecer falsos
- Resguardos de envíos de dinero
- Anotaciones contables con los pagos de las chicas explotadas
- Efectos de Vudú, algunos de ellos con nombres de chicas explotadas sexualmente y “en contra de la policía”.
En uno de los domicilios se localizó a una menor de edad, que la organización tenía retenida contra su voluntad, a la que se estaba instruyendo una serie de directrices sobre comportamiento y vestimenta. Los investigadores averiguaron que al parecer el propósito de la organización era explotar sexualmente a esta menor en el barrio de Nazaret de Valencia.
Modus Operandi
Esta organización contaba con numerosos recursos humanos y materiales, establecidos desde el país de origen, Nigeria hasta nuestro país donde estaban los cabecillas de la organización.
La base de la organización estaba en Nigeria, formada por amigos y familiares de los cabecillas asentados en España, donde captaban a mujeres jóvenes con falsas promesas de trabajo, bienestar y beneficios económicos para ellas y para sus familias. Una vez captadas, les realizaban funciones de sometimiento mediante la práctica de rituales de Vudú y magia negra. Les inculcaban miedo y les amenazaban con destruir su alma, volverlas locas o causar daño a sus familias.
El viaje que realizaban hasta nuestro país era controlado totalmente por el "traficante", éste las acompañaba desde Nigeria hasta Dakar, vía terrestre en camiones y autobuses, controlando todos sus movimientos y facilitándoles documentación falsificada para pasar los controles fronterizos.
Una vez en Senegal, el traficante alojaba a las mujeres en pisos "pateras" de la propia organización, hasta conseguir nueva documentación, pasaportes falsos con fotografías de las víctimas, para viajar por vía aérea hasta Europa.
Hasta llegar a España hacían escala en Suiza, París o Londres donde otros miembros de la organización les esperaban nuevamente. En estas ciudades de escala las escondían en pisos u hoteles de acogida hasta tener una nueva documentación para viajar finalmente a España.
Una vez en España, eran obligadas a ejercer la prostitución en los barrios más marginales de la Comunidad Valenciana, hasta pagar la "deuda impuesta" por la organización. Todo el dinero obtenido de su trabajo era recogido periódicamente por las "Mamys", para saldar su cuenta. Generalmente era de unos 50.000 euros por persona y viaje, lo que les costaba a las víctimas unos 2 o 3 años de trabajo.
Los detenidos, sin antecedentes policiales, pasaron a disposición judicial quien decretó el ingreso en prisión de tres de ellos.
