La delegación de Migraciones invita a celebrar la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado como “un tiempo de oportunidades para nuestra acción pastoral”

La delegación diocesana de Migraciones del Arzobispado de Valencia invita a todas las parroquias de la Archidiócesis a celebrar este domingo la 106ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado (JMMR) que este año lleva por lema “Como Jesucristo, obligados a huir”.

Por este motivo, el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, dedicará este domingo la misa que presidirá, a las 12 horas en la Catedral, a los migrantes y refugiados, con motivo de la Jornada Mundial, que además coincidirá con la Jornada Mundial del Turismo.

“Es un momento especial para sensibilizar sobre el drama de las migraciones humanas, sujetas hoy a todo tipo de peligros, vejaciones, torturas, trata de personas, rupturas familiares y muertes innecesarias, por ese motivo animamos a las parroquias a vivir esta Jornada como un tiempo de oportunidades para nuestra acción pastoral”, ha explicado Olbier Hernández, delegado diocesano de Migraciones.

30.000 personas migrantes atendidas por Cáritas en 2019

Al respecto, la diócesis, a través de Cáritas Valencia y sus proyectos de acogida parroquiales o específicos, atendió en 2019 a más de 30.000 personas migrantes, el 61 por ciento de ellos extranjeros.

Asimismo, 45 personas de Costa de Marfil, Mali, Nigeria y Senegal se alojaron en 2019 en las cinco viviendas para migrantes en situación de vulnerabilidad que gestiona Cáritas, a los que se sumaron otros 72 migrantes en pisos de acogida. Además, el programa de Intervención Social en Viviendas atiende a familias de 20 nacionalidades procedentes de América Latina, África, Europa del Este y Oriente Medio.

En el marco de la movilidad humana forzosa, Cáritas Valencia atiende a familias migrantes en riesgo social y solicitantes de protección internacional en situación de especial vulnerabilidad, cuando agotan o quedan fuera del sistema de acogida oficial.

Papa Francisco: “No se trata de números, son personas”

Este año, a través de la Jornada del Migrante y del Refugiado el Papa Francisco anima a conocer más a fondo la realidad de los desplazados internos porque, según sus propias palabras, “no se trata de números, son personas, si los encontramos podremos conocerles, y al conocer sus historias podremos comprender”.

Los desplazados “viven un drama a menudo invisible que la crisis por la pandemia ha agravado”, subraya el Papa en el mensaje enviado con motivo de la Jornada, en el que recuerda que “éste no es tiempo del olvido” y pide “no dejar de lado otras situaciones de emergencia que llevan consigo el sufrimiento de muchas personas”.

En esta misma línea, “los desplazados nos ofrecen esta oportunidad de encuentro con el Señor”, lo que supone “un reto pastoral al que estamos llamados a responder con los cuatro verbos que señalé en la Jornada de 2018, acoger, proteger, promover e integrar”, a los que se añaden seis parejas de verbos, explica Francisco.

Al respecto, en los últimos meses se han ido publicando distintos vídeos, dentro de los materiales de la Jornada, con mensajes del Papa, cuyos títulos son invitaciones a “Conocer para comprender”, “Acercarse para servir”, “Escuchar para reconciliarse”, “Compartir para crecer”, Involucrar para promover” y “Colaborar para construir”.

En ellos, el Pontífice precisa que “el miedo y los prejuicios nos hacen mantener la distancia con otras personas y a menudo nos impiden acercarnos como prójimos y servirles con amor” e indica que “en un mundo en el que todos quieren tener razón no hay espacio para escuchar y sólo a través de una escucha humilde y atenta podremos reconciliarnos”.

Igualmente, los vídeos muestran testimonios de refugiados, como Ignacio y Eric, que huyeron de Nicaragua y Venezuela, respectivamente, por la situación de violencia que se vivía; un joven que siendo niño abandonó Sierra Leona cuando estalló la guerra civil en 1996 y fue acogido en un centro regido por religiosas; una joven yazidí que abandonó su región natal, en Irak, y descubrió en Kurdistán la fraternidad con musulmanes y cristianos; y un joven que, gracias a su experiencia como desplazado, descubrió su vocación sacerdotal.

Por su parte, la Conferencia Episcopal Española, a través de la Subcomisión Episcopal de Migraciones y movilidad humana, ha subrayado, en un mensaje suscrito por sus obispos, que esta Jornada Mundial trata de poner rostro a las personas vulnerables “rescatándoles de las listas anónimas de cifras” y ha hecho hincapié en la necesidad de “sensibilizar a la sociedad española para que asegure los derechos de la dignidad humana a toda persona obligada a desplazarse”.