La delegación de Juventud anima a los jóvenes de la diócesis a participar en el Ángelus desde sus casas y recibir la Comunión espiritual

La delegación de Infancia y Juventud del Arzobispado de Valencia puso en marcha la pasada semana dos iniciativas, que ha difundido en su página web redjoven.org y en sus redes sociales, para animar a los jóvenes de la diócesis a la participación, desde sus casas, en el Ángelus y en la Eucaristía, con la Comunión espiritual.

De esta forma, a través de la iniciativa denominada “Ángelus en cuarentena”, desde la  delegación invitan a todos los jóvenes de la diócesis “a rezar desde sus casas todos los días, a las 12 horas, la oración del Ángelus, que también sonará en los campanarios”, ha indicado Virgilio González, delegado de Infancia y Juventud del Arzobispado.

Desde la delegación “hemos compartido en nuestras redes carteles recordando cómo se reza el Ángelus, como guía para los jóvenes a la hora de rezarlo, así como la oración del Papa Francisco y peticiones especiales para recordar en el Ángelus, estos días, a todos aquellos que sufren y trabajan por el coronavirus”, ha añadido.

Igualmente, la delegación ha difundido mensajes para explicar a los jóvenes que “estos días en los que debemos permanecer en casa, siguiendo las indicaciones de las autoridades sanitarias, pueden seguir la celebración de la Misa a través de la radio, televisión o Internet y pedir al Señor que podamos recibirlo, al menos espiritualmente, en el corazón cuando más lo necesitamos”.

Con estos mensajes “les explicamos lo que es la Comunión espiritual, que consiste en decirle al Señor cuánto deseamos recibirle en nuestro corazón, formulando expresamente el deseo de comulgar, ya que en estos momentos no lo podemos hacer sacramentalmente”, según González, que ha añadido que la Comunión espiritual “puede hacerse en cualquier momento y todas las veces que se desee”.

Concretamente, la Comunión espiritual “se realiza en tres pasos: el primero, recordando a Jesús Eucaristía y manifestando el deseo de recibirle, por ejemplo, viendo o escuchando la misa por TV, radio o Internet; el segundo es un acto de fe, deseando estar con Él, por ejemplo, en el momento de la Comunión de la misa retransmitida; y el tercero, expresando el deseo de recibirle en la Comunión y, al no poder hacerlo, le pedimos que venga espiritualmente al corazón, y en silencio repetimos una de las oraciones de la Comunión espiritual que también hemos compartido en redes”, ha concluido el delegado diocesano.