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Cultura reconoce como colección museográfica el patrimonio de la Iglesia de San Juan de la Cruz de Valencia

    La Conselleria de Turismo, Cultura y Deporte a través de la Dirección General de Patrimonio, ha reconocido como Colección Museográfica Permanente la Iglesia de San Juan de la Cruz en su conjunto, como unión inseparable de la arquitectura y los bienes muebles creados ex profeso para embellecerla y complementarla. La Iglesia de San Juan de la Cruz atesora una gran riqueza arquitectónica, pues muestra una evolución artística donde se superponen estructuras de diferentes estilos, desde el gótico inicial hasta el rococó, y que buscan la unión entre las artes, estucos, cerámica, dorados y mármol.

    Cuando en 2009 se reabrió la iglesia de San Juan de la Cruz tras un largo proceso de restauración, llevado a cabo por la Fundación la Luz de las Imágenes, los primeros valencianos que entraron no daban crédito a la enorme transformación que se había producido en la iglesia. La nave y las capillas habían dado paso a un continuo barroco de luz y dorados.

    El templo muestra 26 pinturas murales sobre lienzo, todas ellas de gran valor, que configuran uno de los pocos conjuntos que se han conservado prácticamente íntegro en la Comunitat, concebido como elemento integral de la decoración. La investigación realizada a partir de la rehabilitación del inmueble permitió la atribución de once lienzos que, hasta el momento, se consideraban anónimos: siete de ellos a José Camarón Bononat y otros cuatro a Antonio Villanueva.

    La colección cerámica de la iglesia conforma un gran conjunto azulejero, no sólo por la cantidad de las piezas, alrededor de seis mil, sino por la calidad ya que se tratan de composiciones ex profeso para cada una de las paredes de las doce capillas.

    El tratamiento escultórico de los yesos, que cubren en gran parte las paredes de la nave, no se repite en ningún rostro ni motivo ornamental. La restauración transformó la iglesia en un espacio donde la claridad y el brillo de los materiales se incrementan con el fulgor de los dorados, convirtiéndola en el ejemplo más valioso del rococó valenciano.

    Una de las primeras parroquias valencianas
    La antigua parroquia de San Andrés, hoy San Juan de la Cruz, se levantó tras la conquista de Valencia en 1238, sobre los cimientos de una mezquita. Tomó el nombre de San Andrés en honor al padre de la reina Violante.

    El edificio actual fue construido de nueva planta entre 1601 y 1615 bajo el episcopado del patriarca Juan Ribera. En 1902 la iglesia es abandonada y la parroquia se traslada a la Calle Colón. Tras ser saqueada en la Guerra Civil, estuvo a punto de ser derribada, pero gracias a los esfuerzos de Elías Tormo fue declarada Monumento Nacional en 1942. En 1952 se convirtió en convento carmelita de San Juan de la Cruz.

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