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El PP consigue unanimidad para reclamar a la Generalitat que prolongue la red de metro en Valencia, entre ellas la L-10

  • Los populares llevaron al pleno una moción donde se pide instar a la Generalitat Valenciana a que no renuncie al tramo entre la calle Alicante y Pont de Fusta atravesando el centro histórico

La moción del PP para prolongar la L-10 forzó una moción alternativa que fue votada por unanimidad de todos los grupos para instar a la Generalitat Valenciana a ampliar la red de metro y tranvía en la ciudad. Entre ellas la L-10 que el PP pide que llegue a Pont de Fusta y a través el centro histórico.  

El PP ha alertado que el proyecto de la L-10 llega mermado e incompleto, pues deja incomunicado a la red de metro al centro histórico y sin conexiones entre los barrios del norte y sur de Valencia. Por ello, los populares han presentado una moción al pleno  para que el Ayuntamiento inste al Gobierno de Puig a no renunciar al proyecto de la L-10 como ha hecho. “Se está perdiendo una gran oportunidad para ciudad al renunciar a la prolongación hasta Pont de Fusta y la conexión con el centro histórico”, explicó el concejal del PP; Juan Giner Corell.

Los puntos de la moción del PP pedían que “el Ayuntamiento de Valencia inste al Consell para que recupere, impulse y destine los recursos económicos necesarios y explore las fuentes de financiación necesarias para finalizar el proyecto de la actual Línea 10 de Metrovalencia, ejecutando el tramo pendiente de este eje de movilidad que conectará la calle Alicante y la estación de Pont de Fusta, dando cobertura al centro histórico y los barrios del norte de la ciudad”, añade Giner Corell.

Y por otro lado se reclama que “el Ayuntamiento de Valencia inste al Consell para que recupere, impulse y destine los recursos económicos necesarios y explore las fuentes de financiación necesarias para que la Estación de Xátiva se convierta en una gran estación intermodal, evitando a los pasajeros desplazamientos a pie innecesarios”.

Los populares afirman que la L-10 (antes T-2) en su concepción y diseño se optó por un modelo denominado “metro ligero”, que había triunfado en muchas ciudades europeas de la escala de Valencia, y que consiste en una infraestructura de movilidad que combina el transporte en subsuelo –en la parte central de la ciudad, como son los distritos de Ruzafa y Ciutat Vellla-, y el resto en superficie en los barrios más en el exterior tanto al Norte (Campanar, Benicalap, Torrefiel, Orriols) como al Sur (Nazaret, Grao, Canyamelar, …).

En definitiva se apostó decididamente por este eje para vertebrar la ciudad de Valencia en sentido Norte/Sur, conectando los barrios periféricos y cosiéndoles a través del centro con este nuevo eje de transporte público, potente, eficiente, rápido, de calidad y no contaminante.

Ciutat Vella se vería beneficiada de este eje movilidad estructural al atravesarla de Norte a Sur, con diferentes paradas que ponían en valor, todavía más si cabe aún, el conjunto patrimonial que conforma la Lonja, el Mercado Central –que cuenta con parte de la infraestructura ejecutada de la futura estación que llevará su nombre- y la Iglesia de los Santos Juanes, y que con las nuevas estaciones proyectadas se facilitaba no solo la movilidad de residentes, visitantes o trabajadores, sino que además se contribuía a acometer políticas de peatonalizaciones de entornos facilitando alternativas al vehículo privado.

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