El conseller de Infraestructuras y la alcaldesa visitan el fin de obras del edificio nº 7 de la estación Valencia-Nord
Flores: “Esta nave es la primera infraestructura al servicio ciudadano en lo que será el futuro Parque Central”
El conseller ha realizado estas declaraciones tras la visita, junto a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, al fin de las obras de rehabilitación del edificio nº 7 de las estaciones de la Estación Valencia-Nord, situadas en el recinto recayente a la calle Filipinas, y atribuidas al arquitecto Demetrio Ribes.
La Conselleria de Infraestructuras y Transporte ha rehabilitado este edificio con una inversión de 864.000 euros. Flores ha señalado que esta actuación es un claro ejemplo de la apuesta de la Generalitat por rehabilitar edificios singulares para dignificarlos y hacerlos cada vez más accesibles.
Asimismo, ha declarado que mediante la rehabilitación del patrimonio “contribuimos a recuperar buena parte de nuestra memoria colectiva, ésta es la auténtica memoria histórica que debemos preservar”.
Por otra parte, el Conseller de Infraestructuras y Transporte también ha aprovechado para reivindicar un compromiso firme por parte del Gobierno para empezar las obras de soterramiento de la estación definitiva del Parque Central, que sustituya a la estación provisional del AVE.
Características de la obra
La Conselleria de Infraestructuras y Transporte ha restaurado el edificio número 7 de la estación de Renfe de Valencia norte. A falta de concretar su uso por parte de Generalitat y Ayuntamiento, se va a instalar la Cátedra Demetrio Ribes y está previsto que en unos meses se convierta en sede de exposiciones itinerantes.
La restauración realizada en el edificio 7 busca mostrar los materiales tal como son, sin maquillajes o revestimientos que oculten su verdadera naturaleza. Esta idea, que es tal vez la principal aportación de la edificación industrial a la evolución de la arquitectura de principios de siglo XX, implica poner en valor los elementos constructivos originales del edificio: la fábrica de paredes de carga de ladrillo macizo, la cercha metálica y la cubierta de teja.
Las obras urbanizan un total de 1.600 m2 y contemplan en cuanto a restauración del contenedor arquitectónico dos tipos de actuaciones. Por una parte, la reposición y restauración de todos los elementos deteriorados y, por otra, la eliminación de todos los añadidos impropios que distorsionan la arquitectura original, tales como los cobertizos y la casetas superpuestos a la fachada este, etc, los cierres enrollables, los falsos techos y las construcciones interiores que desvirtúan la imagen unitaria de la nave.
El elemento de nueva construcción planteado para resolver el programa funcional planteado es una entreplanta que se sitúa en el interior de la nave como un elemento exento, una plataforma separada de los muros de fábrica que envuelven la nave.
La entreplanta está conectada con la planta baja mediante escaleras metálicas ligeras y un ascensor. Este espacio se destinará a oficinas, de modo que los distintos espacios se separarán entre sí con mamparas que no llegan a techo.
Además, los materiales elegidos para barandillas, suelos, revestimientos de paredes, etc. mantienen en el nuevo uso de oficinas un cierto aire industrial, coherente con el carácter original del edificio.
