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El Clínico alcanza las 500 intervenciones en estimulación cerebral profunda

El Clínico alcanza las 500 intervenciones en estimulación cerebral profunda

    El conseller de Sanitat, Manuel Llombart, ha inaugurado hoy la jornada de celebración del XXV Aniversario de la Estimulación Cerebral Profunda en el Hospital Clínico Universitario de Valencia, organizado por el Servicio de Neurología y el Servicio de Neurocirugía del Hospital Clínico de Valencia.

    A la Jornada ha asistido también el Rector de la Universidad de Valencia, Esteban Morcillo, el Presidente de la Real Academia de Medicina de la Comunidad Valenciana, Antonio Llombart, así como el equipo Directivo del Departamento de Salud Clínico-Malvarrosa y el director Científico del Incliva, Josep Redón.

    Tal y como ha explicado el conseller, "hace aproximadamente 25 años se realizaba en el Hospital Clínico de Valencia la primera intervención de Estimulación Cerebral Profunda (DBS) para el tratamiento del Párkinson. Se convertía así en un centro pionero nacional e internacional en este tipo de tratamiento que suponía importantes avances en la calidad de vida de los pacientes con esta enfermedad neurodegerativa".

    Llombart ha destacado la "labor de los profesionales sanitarios, ya que ha sido el trabajo conjunto entre los servicios médicos y quirúrgicos lo que ha permitido alcanzar el éxito en esta larga trayectoria en cirugía del Párkinson, en la que se contabilizan ya cerca de 500 intervenciones empleando esta técnica".

    Mejoras en la calidad de vida de los pacientes

    La Estimulación Cerebral Profunda es una técnica quirúrgica en la que se implanta un dispositivo o neuroestimulador (similar a un marcapasos cardíaco) que se encarga de enviar estimulación eléctrica a áreas específicas del cerebro que controlan el movimiento, bloqueando las señales nerviosas anormales que causan el temblor y los síntomas de la enfermedad del Párkinson.

    El sistema consta de tres componentes: el electrodo, la extensión y el neuroestimulador. El electrodo, un cable delgado y aislado, se inserta a través de una pequeña incisión en el cráneo y se implanta en el cerebro. La punta del electrodo se posiciona en la diana u objetivo del cerebro.

    La extensión es un cable aislado que se pasa bajo la piel de la cabeza, el cuello y el hombro, conectando el electrodo al neuroestimulador. El neuroestimulador es el tercer componente y generalmente se implanta bajo la piel cerca de la clavícula y consta de una pila y un circuito eléctrico que permite la programación personalizada para cada paciente.

    Según explica el Dr. Láinez, Jefe de Servicio de Neurología del Hospital Clínico, "esta técnica se aplica principalmente en pacientes con Párkinson que presentan resistencia al tratamiento farmacológico y, aunque se trata de una enfermedad que no se cura, hemos conseguido paliar y controlar los síntomas, así como mejorar la calidad de vida de los enfermos". Se experimentan mejoras en cuanto a la lentitud de los movimientos, en la rigidez, los temblores, se prolonga el estado funcional de los pacientes, etc.

    Avances en la técnica

    La técnica ha avanzado mucho en los 25 años de experiencia en el Hospital, principalmente en lo referente a los avances de la neuroimagen. Las técnicas para obtener la imagen del cerebro antes eran inexactas, complicándose así la labor de encontrar la diana precisa dónde aplicar la estimulación.

    Según explica el Dr. González Darder, Jefe de Servicio de Neurocirugía del Hospital Clínico, "actualmente con los avances de la neuroimagen hemos logrado una presión inferior al milímetro a la hora de identificar las estructuras diana dónde ubicar el electrodo que lleva las señales eléctricas que controlan los síntomas de la enfermedad".

    Además, se ha reducido la duración de la intervención (de 12 a 4 horas). Se trata de una técnica con un alto grado de satisfacción en los pacientes y un bajo índice de complicaciones.

    Párkinson: segundo trastorno neurodegenerativo más frecuente

    La enfermedad del Párkinson es el segundo trastorno neurodegenerativo más frecuente por detrás de la enfermedad de Alzheimer y se estima que, debido al envejecimiento de la población, su prevalencia en los países más poblados del mundo se duplicará en los próximos 25 años.

    En la Comunitat Valenciana, hay 19.900 personas con Parkinson registradas en el Sistema de Información Ambulatoria (SIA) de la Conselleria de Sanidad.

    Es una patología crónica, degenerativa, lentamente progresiva, consecuencia de la degeneración de un tipo particular de células que se encuentran en una región de la profundidad del cerebro denominada ganglios basales y especialmente en una parte del tronco del encéfalo llamada sustancia negra.

    Los síntomas que presenta son temblor, rigidez y lentitud de movimientos, que afecta a todos los músculos del cuerpo (brazos, piernas, deglución, voz, respiración etc) e inestabilidad postural, entre otros.

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