Casi 900 niños han recibido ya formación en el uso de artificios pirotécnicos en el Centro Municipal de Formación y Consumo
La Alcaldesa y el Conseller de Gobernación han visitado hoy una de las aulas del taller, cuyas clases se extenderán hasta el próximo mes de junio
Precisamente, la Alcaldesa Rita Barberá y el Conseller de Gobernación, Serafín Castellano, han visitado esta mañana uno de los grupos, y han tenido oportunidad de intervenir en la clase que se impartía a un grupo de alumnos de 1º de la ESO, de 12 años de edad, del Centro Escolar concertado ‘Trafalgar’. Junto a ellos, han participado también en la visita la Concejala de Sanidad y Consumo, Lourdes Bernal, y el Presidente de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios, AVACU, Fernando Móner.
Tal como ha explicado la Alcaldesa a los jóvenes alumnos, mañana martes ya tenemos la primera mascletà de las Fallas 2011, y ayer fue la primera despertà. “Nadie puede concebir una celebración de Fallas sin el uso de la pólvora –se ha dirigido Barberá a los jóvenes- pero ha de ser un uso responsable y respetuoso”.
De hecho, en la utilización de estos productos, deben observarse estrictamente las exigencias que establece la Conselleria de Gobernación, que clasifica los productos pirotécnicos en tres categorías según la edad en que pueden ser utilizados: La categoría I comprende productos de muy baja peligrosidad y nivel sonoro insignificante (como bombetas, mini petardos o bengalas). Pueden ser utilizados a partir de 12 años de edad en zonas delimitadas, y también en edificios residenciales.
Los elementos de categoría II (chinos, fuentes, voladores…) pueden ser usados a partir de 16 años. Son artificios de baja peligrosidad y bajo nivel sonoro. Y, finalmente, a partir de 18 años se puede hacer uso de los productos de categoría III, que están calificados de peligrosidad media (truenos y baterías) y han de ser disparados al aire libre en zonas de gran superficie.
“EXIGIMOS EL CONSENTIMIENTO PATERNO”
La Alcaldesa ha destacado que, a la hora de utilizar productos pirotécnicos, el Ayuntamiento exige el aval del consentimiento paterno. “Al final, los padres son los responsables de lo que hacen sus hijos y, además, -ha matizado la Primera Edila- se evitan accidentes”
Los alumnos que participan en este taller aprenden a utilizar la pólvora en dos aspectos, ha explicado Barberá: “en la preservación de riesgos y en el respeto a las demás personas y también a las cosas”. En este sentido, les ha instado a extender estas recomendaciones entre sus amigos, para reducir los accidentes que puedan producirse, y también para rebajar los índices de vandalismo que, ha afirmado, suponen unos 3 millones de euros de pérdidas por desperfectos al final de las fiestas. “Además, los chavales aprenden que no deben comprar en venta ambulante, que no deben llevar los petardos en los bolsillos, que nunca hay que mantener una mecha encendida en la mano…”.
Además de la formación para los niños, el Ayuntamiento lleva a cabo también, a través de la Delegación de Seguridad Ciudadana, formación para los miembros de las comisiones falleras. De hecho, desde la Junta Central Fallera se exige la existencia, en cada comisión, de un delegado de seguridad. Hasta el momento, ya han recibido formación más de 2.000 falleros, quienes extienden a su vez lo aprendido al resto de integrantes de la Falla. El Conseller de Gobernación ha elogiado esta iniciativa del Ayuntamiento.
Finalmente, la Alcaldesa ha destacado la importante labor formativa que se lleva a cabo desde el Centro Municipal de Recursos y Formación de Consumo, que se dirige no sólo a niños y adolescentes, sino a diversos colectivos, como mayores, amas de casa o asociaciones de vecinos, entre otras, y a quienes se ofrecen cursos de temáticas variadas: desde informática hasta higiene, pasando por alimentación, hábitos de consumo, compras o drogodependencias, entre otros.
