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La Basílica de la Virgen acoge por primera vez la consagración de ‘vírgenes seglares’

La Basílica de la Virgen acoge por primera vez la consagración de ‘vírgenes seglares’
  • En una ceremonia que presidió ayer tarde el Arzobispo, con un ritual original del siglo II

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La Basílica de la Virgen de los Desamparados de Valencia acogió ayer tarde por primera vez, la consagración de tres valencianas como “vírgenes seglares”, en una ceremonia presidida por el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, siguiendo un ritual original del siglo II, según han indicado a la agencia AVAN, fuentes de la Basílica de la Virgen.

Se trata de Ana María Lacruz, de 43 años y natural de Xàtiva, pianista y profesora en el Conservatorio Profesional de Catarroja y feligresa de la parroquia San Miguel y San Sebastián de Valencia; Inmaculada Parra, de 38 años, nacida en Ribarroja, feligresa de la parroquia Asunción de Nuestra Señora de esta localidad, que estudió Teología y es, en la actualidad, profesora de Religión en el instituto público Enrique Tierno Galván de Moncada; y Pilar Sarrió, de 49 años, abogada y feligresa de la parroquia de Santo Tomás Apóstol de Valencia.

Tras la ceremonia de consagración, que ha tuvo lugar ayer tarde en el transcurso de una eucaristía, las tres candidatas mantendrán “la condición de seglar sin ingresar en ninguna orden religiosa o instituto secular”, según ha indicado hoy a la agencia AVAN Ana María Lacruz, perteneciente al Camino Neocatucumenal de Valencia al igual que Pilar Sarrió.

La forma de vida consagrada de las vírgenes seglares es reconocido por el código de Derecho Canónico en el canon 604, que establece “que se consagran para dedicar su vida a Jesucristo, se comprometen a llevar una vida casta, y renuncian a la vida matrimonial para transmitir el Evangelio en la parroquia, su trabajo, familia y amistades”.

El rito más antiguo de la Iglesia
El rito de consagración como virgen seglar, “el más antiguo de la Iglesia”, que consiste en “un desposorio místico”, se ha celebrado en la eucaristía que presidió ayer tarde el Arzobispo quien les entregó las insignias de la virginidad consagrada: el anillo nupcial, que simboliza su consagración como esposa de Jesucristo y el libro de la oración litúrgica.

Igualmente, durante la ceremonia, el prelado les impuso el velo como “símbolo de la venida del Espíritu Santo”. Además, cada “virgen consagrada”, que iba vestida de blanco, acompañada por dos madrinas, ha llevado una lámpara de aceite, “simbolizando a las vírgenes”, han añadido.

Tanto Ana María como Inmaculada y Pilar se comprometerán a partir de hoy a “guardar castidad, seguir fielmente a Cristo y transmitir la palabra de Dios en el ámbito del trabajo”, según Ana María Lacruz que ha expresado su “inmensa alegría” y ha añadido que su “misión” es “ser contemplativa en el mundo de hoy.

Para ser consagrada como virgen seglar las candidatas se han preparado con una formación en Teología y con la supervisión de un director espiritual mediante retiros y encuentros de oración. Según Lacruz, “aunque desde 2005, en Valencia no se había producido una ceremonia de consagración”, como la se ha desarrolló ayer, “es cierto que este tipo de vida consagrada está aflorando y es importante darla a conocer para ayudar a aquellas personas que puedan sentir esta vocación”.

Igualmente, se trata, de la “primera ceremonia de este tipo, de forma comunitaria, que acoge la Basílica de la Virgen”, según ha indicado a la agencia AVAN el vicerrector de la Basílica y ‘maestro de ceremonia’, Mariano Trenco.

Las primeras vírgenes consagradas de la Iglesia fueron Santa Lucia, Santa Inés, y Santa Cecilia, aunque “la que lo es por excelencia es la Virgen María”, según Ana María Lacruz.

La consagración de las vírgenes se generalizó en el siglo II y perdió vigor con la aparición de la vida religiosa femenina en los monasterios hasta desaparecer en el siglo XII. En 1970 el papa Pablo VI restauró la consagración de las vírgenes seglares y promulgó el nuevo ritual y Juan Pablo II describió el orden de las vírgenes como “doble don del Señor a su Iglesia”. Por este motivo, también, la ceremonia se oficiará hoy, al ser el día dedicado al beato Juan Pablo II, que coincide con la fecha que tomó posesión como Papa en 1978”.

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