El arzobispado obliga a una hermandad a llevarse la imagen de la iglesia a su local
La Cofradía de San Miguel del Barrio de la Fuensanta de Valencia celebrará los actos en honor al arcángel entre diferencias y tensión con el párroco ante la negativa de éste a que la imagen vuelva al espacio de la iglesia donde está desde 2007 “porque se van a hacer obras en el espacio que ocupa”.
Así pues, la imagen de San Miguel saldrá en procesión de su templo de la Virgen de la Fuensanta el próximo sábado, 28 de septiembre, a las 20 horas, después de la misa preceptiva, y luego a las 21:30 está previsto que llegue a la iglesia el cortejo pero la comitiva seguirá camino del local donde depositará la figura alada, que hizo en 2007 el escultor de Alfafar, Luis Costa.
La decisión es la consecuencia de unos hechos sucedidos en el cortejo procesional de hace dos años y a que no le prestan culto ni otras acciones durante el año, según el responsable arzobispal.
El vicario episcopal, Ramón Crespo, en nombre del Arzobispado de Valencia ha comunicado en una carta al presidente, Antonio Defez, cuatro puntos que “con motivo de las obras previstas en el templo el espacio donde está figura del arcángel se va a ocupar y, por tanto, deben ubicarla en su local”.
El presidente de la cofradía, Antonio Defez, y los demás componentes del colectivo, se han quedado boquiabiertos ante la respuesta de la autoridad eclesiástica, a quien recurrió cuando el párroco actual les comunicó que la imagen no volvería a entrar en la parroquia por obras.
Para el dirigente de la cofradía hay otro argumento más de fondo que el propio sacerdote le dijo a Defez, el pasado martes. “Me comentó que no colaboramos económicamente y le respondí que la cofradía carece de dinero para ayudar a la iglesia como debiera, porque somos una asociación canónicamente establecida, pero sí estamos dispuestos a ayudar con nuestros manos. Su respuesta fue la que es: la imagen no volverá a pisar al parroquia después de la procesión”, según el presidente.
A todo esto se suma el hecho expuesto por el vicario episcopal de que la imagen de San Miguel está expuesta durante todo el año “sin recibir culto ni piedad”. Un hecho que niega el presidente de la cofradía quien recuerda ser devoto y acudir a misa semanalmente.
Y también recuerda en su carta el vicario las diferencias de la hermandad desde la llegada del párroco por unos hechos sucedidos durante la procesión de hace dos años calificados de “poco piadosos y con mucha tensión”. Fue desde ese momento cuando el párroco se negó a participar en más cortejos procesionales a San Miguel.
El presidente de la hermandad recuerda que hasta hace dos años nunca habían tenido problemas con ninguno de los tres anteriores párrocos, o sea hasta la llegada del actual, y que el problema de hace dos años fue con una persona que iba algo bebida sin relación alguna con la asociación.
