Los alcaldes de Valencia y Alicante piden a la Generalitat que respete los acuerdos locales sobre la apertura de comercios en días festivos

El alcalde Joan Ribó se ha reunido hoy con el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, que ha aprovechado para explicar de primera mano la postura del gobierno local alicantino sobre la liberalización de horarios comerciales.

El encuentro ha servido para abordar la situación de los horarios comerciales en cada ciudad y, desde el respeto a la autonomía local de cada municipio, Joan Ribó ha explicado el modelo seguido por la ciudad de Valencia, donde los objetivos han sido, por un lado, la reactivación del comercio de proximidad y por otro, la conciliación de la vida laboral de los trabajadores de las grandes superficies. En este sentido, Ribó ha explicado la puesta en marcha del Consejo Local de Comercio por parte del concejal del ramo, Carlos Galiana, así como las negociaciones que dieron lugar a un consenso entre todo el sector para reducir de cinco a dos las zonas de gran afluencia turística (ZGAT), donde existe libertad para las grandes superficies que, además se comprometen a reducir a un máximo de 14 días los festivos anuales que podrán trabajar un empleado de estos centros. Asimismo, las grandes superficies se comprometen a no despedir a ningún trabajador en el marco negociador de estos temas.

Los dos alcaldes han hecho públicos sus deseos de que la Generalitat sancione los acuerdos de los municipios con las entidades locales de comercio. Según Ribó, “es imprescindible que la Generalitat respete los acuerdos a los que llegan las distintas ciudades; la Comunidad Valenciana es muy diversa y cada ciudad tiene su propia dinámica”. Al respecto, Echávarri ha añadido: “No es lo mismo Valencia que Alicante, ni lo mismo Alcoy que Benidorm. Las tablas rasas no son buenas, sobre todo si no se escucha al sector ni a los trabajadores”.

El alcalde de Valencia ha insistido en la necesidad de que el Consell apruebe rápidamente el acuerdo sobre festivos comerciales alcanzado prácticamente por unanimidad en la última reunión del Consejo Local de Comercio: “Se había decidido cerrar el comercio el 19 de marzo y aún no tenemos el acuerdo. Es posible que se cierre, pero querríamos que fuera como consecuencia de una decisión sancionada por la Generalitat”.

EMT

A preguntas de los periodistas, Joan Ribó ha afirmado que “no hay problema en que las líneas de la EMT lleguen a localidades como Mislata o Paterna y estamos dispuestos a llegar a acuerdos, pero lo que no podemos hacer, como cualquier ciudadano entendería, es pagar un servicio que se presta a otra localidad. Esos pueblos deben pagar la parte proporcional de los gastos”. Así ha explicado el alcalde de Valencia la voluntad del Ayuntamiento para llegar a acuerdos con otras poblaciones, siempre que los costes no recaigan únicamente en los contribuyentes de la ciudad, sino que sean compartidos con aquellas poblaciones a las que se podría prestar un servicio. “Además”, ha señalado Ribó, “algunos de los municipios que piden ese servicio tienen una deuda mucho menor que la del Ayuntamiento de Valencia”.

El Ayuntamiento de Valencia ha expresado en numerosas ocasiones la necesidad de crear un organismo metropolitano que contribuya, por ejemplo, a la consecución de un contrato programa con el gobierno central para mejorar la movilidad de los habitantes del área.

El alcalde de Valencia ha insistido en que sería un fraude para los vecinos pagar un servicio a otro municipio: “Es como si yo pidiera a otra localidad que me pagara el alumbrado público. Podemos consensuar, intentar llegar a acuerdos y estudiar alternativas, pero los otros municipios deben contribuir”. Ribó ha explicado que desde el Ayuntamiento se ha hecho una estimación en función de los costes de la EMT y los kilómetros recorridos por los autobuses, aunque ha asegurado que no tienen problema en que los propios consistorios realicen sus análisis objetivos pidiendo asesoramiento a expertos, “a partir de las cifras de la EMT que están claras”.