Unides Podem Esquerra Unida pide con motivo del 25N una cultura sexual feminista eficaz contra las violencias machistas
La presidenta de la Comisión de Igualdad de Les Corts y portavoz en esta materia del grupo parlamentario de Unides Podem Esquerra Unida, Cristina Cabedo, ha presentado en Les Corts Valencianes una proposición no de ley con motivo de la celebración mañana jueves del 25N, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, en la que reclama una nueva cultura feminista eficaz contra las violencias machistas.
En este sentido, la portavoz solicita que Les Corts insten al Consell y al Gobierno de España a impulsar políticas que avancen hacia una cultura sexual feminista, de educación y libertad sexual activa en las que las mujeres sean sujetas activos de una nueva cultura sexual igualitaria.
De este modo, reclama que se establezcan consentimiento y deseo como elementos clave para asegurar la libertad sexual y su falta como elemento central definitorio de una agresión sexual, de forma que ninguna mujer tenga que resistirse para demostrar que sufrió agresión sexual.
Igualmente, se plantea que se forme a personas operadoras jurídicas para evitar la victimización secundaria; que se establezcan medidas de acompañamiento de las víctimas y supervivientes de violencia sexual en todas las fases de su recuperación y que se arbitren políticas educativas de fomento de las relaciones interpersonales y masculinidades igualitarias y no tóxicas.
Unides Podem Esquerra Unida solicita también que se reconozca la existencia de feminicidios sexuales como homicidios de mujeres y niñas vinculados a las conductas definidas como violencias sexuales según el Convenio de Estambul, instando así mismo al Gobierno de España a su reconocimiento a través de una definición legal común para todo el Estado Español.
Cabedo ha explicado que con estas medidas “se trata de pasar de una cultura de la violación y del prostíbulo, a una cultura feminista igualitaria del respeto hacia las mujeres como personas con derechos humanos". En este sentido ha añadido que “la violencia machista no es un problema privado, es un problema estructural y una violación de los derechos humanos. Requiere, por tanto, de unas políticas fuertes que pongan freno a la violencia, reconozcan los derechos de las víctimas y se traduzcan en recursos”.
La portavoz de Igualdad ha lamentado que no existen registros oficiales relacionados con las violencias sexuales, a diferencia de los registros sobre violencia de género. No obstante, ha aludido al Informe sobre delitos contra la libertad e indemnidad sexual en España del Ministerio del Interior, que revela que del total de mujeres de 16 o más años residentes en España, el 13,7% (2.802.914 mujeres) han sufrido violencia sexual a lo largo de la vida de cualquier persona (pareja actual, parejas pasadas o personas con las que no se ha mantenido una relación de pareja).
En cuanto a la Comunitat Valenciana, según dicho informe, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado investigaron en 2020 un total de 1.518 delitos contra la libertad y la indemnidad sexual y, de ellos, 314 fueron cometidos por dos o más responsables.
La diputada ha advertido de que tanto a nivel estatal como a nivel valenciano las denuncias sobre agresiones sexuales han aumentado en cifras considerables, algo que según las expertas indica que las campañas están funcionando porque las víctimas están denunciando, pero “hay que virar y fortalecer las campañas en cuanto a la percepción de los agresores, que no se están sintiendo compelidos, haciendo por tanto falta conjugar una mayor concienciación, educación y sensibilización focalizadas en las masculinidades que agreden”.
También ha remarcado la importancia de transformar la cultura sexual de nuestra sociedad hacia una feminista, que gire en torno a la educación sexual y la libertad, donde las mujeres sean sujetos activos de esa nueva cultura sexual igualitaria.
Por último ha añadido que “aunque es evidente que los asesinatos de mujeres que previamente han sido violadas está innegablemente relacionado con la concepción que se tiene de nosotras como objetos a quienes agredir y después quitar la vida y, por tanto, con el machismo, no existe un reconocimiento institucional ni normativo concreto de esta realidad desde la perspectiva feminista de relacionarlo con el patriarcado. Así pues, se convierte en necesidad el reconocimiento de estos hechos como feminicidios sexuales”.
