Rutas, historia y mar en Castellón de la Plana para un verano completo sin salir de la ciudad
Playas con bandera azul, parajes naturales, cultura y gastronomía local hacen de la capital un destino tranquilo y variado para disfrutar del verano
Playas con bandera azul, rutas por la sierra, paseos entre ermitas, tapas junto al puerto y conciertos al atardecer. Castellón de la Plana despliega en verano todo su potencial como destino turístico, con propuestas para quienes buscan descansar, hacer senderismo, descubrir la historia local o simplemente disfrutar del Mediterráneo sin aglomeraciones.
Una ciudad viva, accesible y en plena transformación, con más de cuatro kilómetros de litoral, rutas a pie o en bici, patrimonio por descubrir y una gastronomía basada en el producto de cercanía, la capital de la Plana ofrece alternativas para todos los gustos y edades.
Playas urbanas y espacios naturales junto al mar
El verano en Castellón comienza junto al mar, sus playas son uno de sus mayores atractivos estivales. La del Gurugú, la del Pinar y la del Serradal conforman más de cuatro kilómetros de litoral de arena fina, galardonadas con banderas azules y todos los servicios necesarios: vigilancia, accesos adaptados, duchas, áreas deportivas y zonas verdes que acompañan el paseo marítimo, todo un reclamo para quienes buscan baño, tranquilidad y servicios.
La playa del Pinar, ubicada junto al parque del mismo nombre y al Grau, es la más popular. Además de baño y sol, aquí se concentran muchas de las actividades estivales, desde sesiones de cine hasta clases dirigidas o espectáculos familiares. Su cercanía al Parque Litoral, un espacio peatonal y ciclista que conecta la playa con el núcleo urbano, hace que sea uno de los lugares preferidos tanto por locales como por visitantes.
Por su parte, la playa del Serradal destaca por su valor ecológico, ya que se encuentra junto a un cordón dunar protegido que sirve de refugio a aves como el chorlitejo patinegro. Un espacio ideal para quienes buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza, sin salir del término municipal.
Senderismo, ermitas y paisajes desde el Desert de les Palmes
A pocos minutos en coche del centro de Castellón se encuentra uno de sus tesoros naturales más singulares: el Parque Natural del Desert de les Palmes, una sierra de tonos rojizos que se alza paralela a la costa. Desde allí, se puede disfrutar de algunas de las vistas panorámicas más espectaculares de la provincia. El parque cuenta con varias rutas de senderismo, algunas de baja dificultad y otras más exigentes, que permiten explorar antiguos conventos, miradores y formaciones geológicas únicas.
Otro entorno muy característico es el Paraje de la Magdalena, una zona de huerta y pinadas donde se ubican varias ermitas históricas, como la de la Magdalena o la de Sant Roc de Canet. Este paraje, además de su valor patrimonial, es perfecto para caminar o ir en bici al atardecer, rodeado de paisaje agrícola tradicional y arquitectura rural.
La marjaleria, entre la ciudad y el mar, conserva aún acequias y caminos tradicionales. Aunque muchas de sus edificaciones han desaparecido o sido transformadas, sigue siendo un rincón con encanto, muy vinculado a la identidad local.
Centro histórico: pasado medieval y herencia modernista
La arquitectura de Castellón de la Plana guarda múltiples sorpresas. El centro histórico, peatonal y fácilmente abarcable, combina construcciones medievales con ejemplos notables del modernismo valenciano.
La Concatedral de Santa María, reconstruida en varias ocasiones, y el Fadrí, campanario emblemático del siglo XVII, forman el núcleo monumental. A su alrededor, la Plaza Mayor, el Mercado Central y la Casa Abadía conforman un entorno donde lo antiguo convive con la vida cotidiana, completándose con La Lonja del Cáñamo, de estilo barroco, y el Palacio Episcopal, del siglo XVIII.
Mención especial merece el Edificio de Correos, uno de los máximos exponentes del modernismo civil local, o el Teatro Principal, aún en funcionamiento, que mantiene su estructura decimonónica. En calles como Alloza o Enmedio se descubren también fachadas modernistas, comercios centenarios y pequeñas joyas arquitectónicas. Y entre todo este paseo por el patrimonio arquitectónico de la ciudad, podrás refrescarte y descansar en el precioso Parque Ribalta, el corazón verde de Castellón de la Plana, o continuar paseando por sus calles y descubrir los restos de las Murallas Carlistas.
Museos y cultura para todos los públicos
Castellón apuesta en verano por una oferta cultural amplia y accesible. Espacios como el Museu de Belles Arts, el Museu de la Ciutat de Castelló (MUCC) o el Planetari del Grau proponen exposiciones, talleres y visitas adaptadas a todos los públicos. Además, durante los meses de julio y agosto se celebran rutas teatralizadas, visitas guiadas nocturnas y espectáculos al aire libre en plazas y museos.
También hay sitio para propuestas más innovadoras, como la música en vivo en entornos patrimoniales o el arte contemporáneo vinculado a espacios no convencionales, que suelen formar parte de festivales puntuales durante el verano.
Comer en Castellón: de la lonja a la huerta
Comer en Castellón es una manera más de conocer la ciudad. En el Grao, barrio marítimo, la oferta combina tradición y producto fresco: pescados de lonja, tapas marineras y arroces como el “a banda” o el “del senyoret” son los protagonistas. También destaca el tombet de bou, plato típico de las fiestas, y elaboraciones con caracoles, pulpo o productos de la huerta.
En el centro, la zona del Mercado y la calle Mayor ofrecen el tapeo en terrazas y combinan propuestas clásicas y cocina creativa. No faltan opciones veganas, de cocina internacional o elaboraciones con producto local de temporada. Y para el postre, los helados artesanos o dulces con almendra y naranja cierran cualquier comida con sabor a Mediterráneo.
Actividades estivales para todos los gustos
Castellón ofrece una variada programación de ocio al aire libre. Las playas del Pinar y el Gurugú acogen actividades gratuitas como cine familiar, talleres de astronomía, yoga frente al mar, rutas medioambientales o actuaciones musicales al atardecer, todo dentro del ciclo “Estiu al Grau”. También continúan las sesiones de baile latino, cuentacuentos, animación y clases de zumba o pilates.
Además, se mantienen las visitas teatralizadas al centro histórico, las experiencias en el Planetario y eventos puntuales como ferias, festivales de danza, pasacalles y espectáculos infantiles. Toda la programación puede consultarse a través de este enlace.
Frente al bullicio de otras ciudades costeras, Castellón de la Plana ofrece un turismo tranquilo y accesible, en el que no hay que elegir entre playa, cultura, naturaleza o gastronomía. Aquí todo está a mano, a pocos minutos en bici o tranvía, sin renunciar al carácter mediterráneo, ni a la autenticidad de una ciudad que ha sabido mantener su esencia.