elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià
TERREMOTO TURQUÍA

Rafa López, bombero desplazado a Turquía: “Ver la solidaridad entre tanta tragedia te hace recuperar la fe en la humanidad”

Rafa López, bombero desplazado a Turquía: “Ver la solidaridad entre tanta tragedia te hace recuperar la fe en la humanidad”
  • Entrevista con Rafael López Moreno, bombero de la Unidad de Rescate en Emergencias y Catástrofes del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia horas después de regresar tras el terremoto de Turquía

Hay situaciones para las que no te prepara la vida. El grupo de bomberos de la Unidad de Rescate en Emergencias y Catástrofes del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia acaba de regresar de ayudar en el terremoto de Turquía. Llegaron este domingo a Valencia pero su cabeza y su corazón siguen allí. Difícil gestionar la tragedia, muerte y destrucción que han visto estos últimos días.

En elperiodic.com hemos entrevistado a Rafael López Moreno, bombero de esta unidad que, encabezada por Ramón Perez y con otros trece compañeros, se han desplazado hasta la zona 0 del terremoto, en Adiyaman, para ayudar en la carrera contra reloj por rescatar vidas. Cada hora que pasa era clave y no había tiempo ni para dormir, lo importante era ayudar a sacar de debajo de las piedras a las personas que seguían luchando por su vida. 

¿Cómo se moviliza el grupo para una catástrofe así? 

La información de la magnitud del terremoto nos llega un lunes por la mañana y desde el grupo de UREC se hace una ‘premovilización’ para saber quién estaría disponible si hiciera falta. Ese lunes  fue un día de trámites, gestiones y preparativos pero nos fuimos a dormir sin tener la certeza 100% de si íbamos a viajar o no al día siguiente. El martes nos reunimos a las seis de la mañana en Chiva y de allí salimos a Madrid para coger el avión. 

Dices que fue un día de preparativos. ¿Cómo te preparas logísticamente para enfrentarte a algo que desconoces como es una catástrofe de tal magnitud?

En la Unidad de Rescate en Emergencias y Catástrofes la preparación para un terremoto forma parte de los entrenamientos, que hacemos cada dos o tres semanas. Tenemos todo el material ordenado por cajas y está establecido cómo ha de ser una salida internacional. Es decir, la preparación viene años. Otra cosa es la preparación mental, por mucho que lo visualices no sabes a lo que te vas a enfrentar hasta que estás allí y una vez allí tampoco terminas de asentar todo lo que estás viendo.

¿Cómo llegasteis al punto 0?

Cuando llegamos a Estambul no estaba esperando un equipo de traductores para ir a Gaziantep, la zona del terremoto. Estos traductores eran de una ONG turca que nos acompañó todos los días. Y realmente fue un poco odisea porque volamos de Estambul a Gaziantep y allí nos recogió un autobús de línea para hacer un trayecto de cuatro horas hasta Adiyaman. Fue muy duro porque muchas carreteras estaban destruidas, hacía mucho frío y desde la ventana del autobús ibas viendo la destrucción y la nieve. Además, era una zona de conflicto, motivo por el que no pudimos ir en helicóptero hasta el destino final, era arriesgado.

¿Qué os encontráis cuando el autobús llega a Adiyaman?

Llegamos al centro de al amanecer Adiyaman, para asentarnos junto a la IAE (ONG Intervención, Ayuda y Emergencias) que ya había llegado. Nos ubicamos en una especie de parque en la zona centro de la ciudad, con gente durmiendo en el césped, en tiendas de campaña e improvisando hogueras porque hacía mucho frío. No había agua corriente ni luz y para la gente era una salvación poder cargar el teléfono para comunicarse.


¿Y cómo era la forma de trabajar?

A través de avisos oficiales o que le llegaban a nuestros intérpretes. Bien de gente que había escuchado a otros, que sabía que tenía a conocidos atrapados.

Rafa, tú también eres arquitecto. En una situación de colapso de estructuras como esta, ¿es valiosa la información que puedas aportar o al estar los edificios destruidos no hay teoría ni práctica?

Pasa un poco de las dos cosas. Por un lado tengo el conocimiento de cómo se hacen los edificios y puedo saber cómo se ha producido el colapso pero en estructuras tan colapsadas es prácticamente imposible ser capaz de deducir cuál es la resistencia que le queda a esa estructura formada por placas y placas de forjados, ni qué acciones que puedas hacer van a comprometerte más o menos.

¿Cuál es el rescate qué más os ha marcado?

UREC, en colaboración con IAE rescatamos a dos personas vivas, un padre y su hija. Esto fue al final del primer día, después de estar todo el día anterior sin dormir y esa jornada habernos encontrados solo fallecidos y pistas falsas. Estábamos regresando al campamento cuando recibimos el aviso de que habían escuchado gritar a gente dentro de unos escombros.

¿Y cómo es el protocolo de acción a la hora de realizar un rescate en este contexto de escombros y riesgo de desprendimientos?

El proceso normal es hacer un primer rastreo con perros ya que ellos detectan a las víctimas por el olor y saben si están vivas o muertas. Es siempre la primera información fiable que tenemos cuando no hay nada más. En este caso se escuchaban, muy levemente, pero sabíamos que estaban. Entonces tu trabajo es localizar de dónde vienen esos sonidos y, una vez hecho, empezamos a hacer hueco con la herramienta y siempre con cuidado de no comprometer la estructura para ir avanzando poco a poco hasta llegar al hueco en el que estaban.

¿Y cómo estaban?

Estaban mucho mejor de lo que me hubiera imaginado. Después de tres días sin comer ni beber yo me esperaba que estuvieran ya muy pasivos pero eran capaces de reaccionar. Al final es un golpe de suerte porque ellos se quedaron en una zona entre una viga de canto que era bastante grande y generaba hueco, la puerta de entrada a su vivienda que también generaba vacío porque se quedó aplastada y ellos estaban detrás. Hubo un momento bastante duro porque justo antes de llegar a ellos encontramos a una víctima que era el otro hijo que se había quedado atrapado por la puerta al intentar salir de la vivienda. De hecho, cuando la intérprete le preguntó al padre antes de salir si había alguien mas con ellos, él dijo que estaba su hijo pero que ya había salido. Y claro, no llegó a salir.

¿Y cómo deshacer el camino de vuelta con personas heridas? ¿Cuál es el hueco que haces?

El hueco que creas es mínimo, de unos treinta o cuarenta cm como mucho, justo para que pasen la cabeza y los hombros. Había que ir con mucho cuidado, poniéndolos en una tabla e ir pasándola hasta sacarla.


¿Ha sido la experiencia mas dura a la que te has enfrentado en toda tu vida?

Si. Es cierto que nosotros estamos “acostumbrados” a ver situaciones trágicas y cadáveres pero de la magnitud que hemos vivido no la habíamos tenido ninguna. Hay una cosa que nos salvaba y que nos servía de coraza y es no hablar el idioma de la gente local. Eso te protege de saber la historia de cada uno. Creo que es algo tan impactante que aun estamos digiriéndolo todo y hasta que no pasen unos días no vamos a ser conscientes de la tragedia que hemos visto.

Claro, supongo que piensas en la que gente que se ha quedado allí y cómo van a enfrentarse a la nueva realidad.

Esa es la otra parte y creo que es importante hablar de ello. Porque allí ahora va a haber una crisis brutal. Eso era una ciudad devastada totalmente, Adiyaman es una ciudad comparable con Murcia, de unos 330.000 habitantes y yo no vi allí ni un edificio sano. Desde mi punto de vista como arquitecto te puedo decir que aunque se cayeron un 20 o 30% de los edificios el otro 70  y 80% tiene lesiones que son irrecuperables, es una ciudad que está destinada a morir. Todos los que estaban allí tenían la esperanza de encontrar a sus familiares enterrados en los escombros y de recuperar su hogar algún día. Pero su hogar ha desaparecido ya para siempre.


¿Hay algo en positivo que te llevas de esa gente a la que habéis ayudado?

Pues si y es algo que te hace recuperar la fe en la humanidad: su solidaridad. Cuando hay una crisis real, cuando la gente tiene necesidades reales, la humanidad se vuelca. Nosotros, por ejemplo, solíamos hacer hogueras por la tarde noche porque hacía mucho frío y se acercaban muchas veces lo niños. Pues bien, cuando veían que alguien había preparado algo de comer, una sopa, te la traían para que tu pudieras comer. Ha sido brutal. Ves que la gente lo ha perdido todo y aun así son capaces de darte lo que haga falta.


 

MÁS FOTOS
Rafa López, bombero desplazado a Turquía: “Ver la solidaridad entre tanta tragedia te hace recuperar la fe en la humanidad” - (foto 2)
Rafa López, bombero desplazado a Turquía: “Ver la solidaridad entre tanta tragedia te hace recuperar la fe en la humanidad” - (foto 3)
Rafa López, bombero desplazado a Turquía: “Ver la solidaridad entre tanta tragedia te hace recuperar la fe en la humanidad” - (foto 4)
Rafa López, bombero desplazado a Turquía: “Ver la solidaridad entre tanta tragedia te hace recuperar la fe en la humanidad” - (foto 5)
Rafa López, bombero desplazado a Turquía: “Ver la solidaridad entre tanta tragedia te hace recuperar la fe en la humanidad” - (foto 6)
Subir