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La Politécnica incorpora a su claustro de Doctores Honoris Causa al astronauta de la NASA, Michael López-Alegría

La Politécnica incorpora a su claustro de Doctores Honoris Causa al astronauta de la NASA, Michael López-Alegría
  • El rector Juan Juliá inaugura el nuevo curso académico reclamando a las Administraciones “una verdadera y comprometida política de apoyo a la educación y a la i+d”

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La Politécnica incorpora a su claustro de Doctores Honoris Causa al astronauta de la NASA, Michael López-Alegría - (foto 2)
La Politécnica incorpora a su claustro de Doctores Honoris Causa al astronauta de la NASA, Michael López-Alegría - (foto 3)
La Universidad Politécnica de Valencia ha investido hoy martes, como Doctor Honoris Causa al ingeniero y astronauta de la NASA, Michel López-Alegría, durante el acto oficial de apertura del nuevo curso académico 2010-2011, celebrado este mediodía en el Paraninfo de esta Universidad. El acto, presidido por el rector de la UPV Juan Juliá, ha contado con la presencia del Conseller de Educación, Alejandro Font de Mora y de los rectores de la Universitat de Valencia, Esteban Morcillo y de la UJI de Castellón, Vicent, Climent, respectivamente, así como el presidente del Consejo Social de la UPV, Rafael Ferrando, entre otras autoridades académicas y miembros del equipo rectoral y de la comunidad universitaria de esta institución académica.

En su intervención, el Rector Juan Juliá ha señalado que la incorporación como Doctor Honoris Causa del prestigioso astronauta López Alegría, al que ha calificado como “un verdadero caballero de las estrellas”- constituye “todo un lujo el poder sumarlo a la ya ilustre nómina de Honoris de esta Universidad, que cuenta con personalidades del mundo de la ciencia y la tecnología, así como de la cultura y las artes. Entre ellos figura otro astronauta e ingeniero español, Pedro Duque, investido por la UPV en octubre de 2005, y que ha sido, en esta ocasión, el padrino y el encargado realizar la laudatio durante la investidura de López-Alegría, y al que el rector ha agradecido su estrecha vinculación con esta Universidad.

El rector de la UPV ha subrayado que “es, sin duda, una feliz coincidencia que precisamente este año, en el que sale de la UPV la primera promoción de Ingenieros Aeronáuticos de la Comunidad Valenciana y se alberga en la Ciudad Politécnica de la Innovación el Laboratorio Aero Espacial, dos relevantes personalidades de este interesante mundo y Honoris Causa de nuestra Universidad, participen en este acto”.

La propuesta de investidura de López-Alegría partió la Escuela Técnica Superior de Ingeniería del Diseño, centro en el que se imparten los estudios de ingeniería aeronáutica (ya adaptados, desde este curso, a Bolonia como Grado en Ingeniería Aeroespacial) en la UPV. En relación a esta carrera, el rector Juan Juliá ha señalado que “la aeronáutica no sólo es una actividad social y económicamente de interés estratégico, sino que constituye una magnífica oportunidad de negocio en el mejor de los sentidos y una buena alternativa para la diversificación de nuestro tejido productivo”. Es por ello que “la UPV puede, desde la formación y la generación de conocimiento en este campo, contribuir significativamente a este objetivo, con la inestimable colaboración de personalidades como López- Alegría y Pedro Duque”, ha afirmado Juliá.

Nuevo honoris Causa.

Acompañado de su padrino, Pedro Duque, el astronauta M. López-Alegría ha recibido de manos del rector Juan Juliá los atributos ( el birrete laureado, el anillo, la medalla y los guantes) que le identifican como nuevo miembro de honor del claustro de esta Universidad. Reconocimiento que, al igual que Pedro Duque, la UPV ha otorgado con anterioridad a la que fue también la primera mujer astronauta de la historia, Valentina Tereshkova, investida por esta institución académica en junio de 1991.

En su discurso de agradecimiento, López-Alegría, dio las gracias por “ser apadrinado por un colega tan experto y respetado”, Pedro Duque, quien como padrino ha expuesto los méritos para la concesión de este doctorado honoris causa a su compañero de profesión, al que conoció en el Centro de Vuelos Tripulados de la NASA en Houston, al que llegó por primera vez en 1994, cuando ambos todavía no habían volado al espacio y llevaban sólo dos años como astronautas.

En su laudatio, Duque, ha resaltado la trayectoria profesional de López-Alegría, sobre todo, en su faceta como ingeniero de naves tripuladas. Entre sus muchos méritos destaca el haber volado como ingeniero responsable en su primera misión espacial, “una confianza que se otorga a pocos ingenieros de vuelo”, según ha afirmado su homólogo español de la Agencia Espacial Europea (ESA) .

Durante años Michael ha sido el principal astronauta responsable de los conocidos como “Paseos Espaciales”, es decir, las operaciones en el exterior de la nave. Le confiaron en sus vuelos espaciales gran cantidad de estas operaciones de máxima exigencia profesional, llegando a ostentar durante un tiempo el récord mundial de tiempo total trabajando fuera de la nave en el vacío. Es, por tanto, un ingeniero de operaciones de muy alta cualificación y fama mundial”, ha señalado su padrino, Pedro Duque.

Fue pionero en el grupo de astronautas norteamericanos que se atrevieron a integrarse con el grupo de rusos una vez se abrieron las fronteras, y con entusiasmo coordinó y dirigió la oficina que la NASA tiene en la Ciudad de las Estrellas, “cuando para muchos de sus compañeros la misma idea de mezclarse con sus ancestrales enemigos era insoportable”, según ha apuntado Pedro Duque en su laudatio, en la que también ha destacado la labor de Michael López-Alegría en el avance de la ciencia poniendo en marcha la Estación Espacial Internacional y su contribución “ de forma significativa a la mejora de los procedimientos correctos y seguros de manejo de estas naves, las presentes y las futuras”.

Duque se ha dirigido también a los nuevos ingenieros aeroespaciales de esta universidad, a los que ha recordado que “ el ingeniero no puede estar solamente sentado en su estudio frente a su pantalla y papeles; cuanto más complejo y eficiente es el ingenio, más necesarios son buenos ingenieros junto a la línea de fabricación, acompañando las labores de mantenimiento, y por último supervisando la operación o incluso realizándola vosotros mismos. En el área aeroespacial, ha de buscarse efectividad absoluta en las cuatro fases. Necesitamos ingenieros brillantes en todas las fases, y gente como Michael en la fase final y definitiva, la operación”, ha concluido.

Por su parte, López-Alegría, ha agradecido a la UPV la concesión de esta importante distinción académica. “Es un gran orgullo para mí”, ha afirmado en su discurso en el que ha repasado su vida con especial mención a las personas que como su madre, una funcionaria norteamericana, “le imbuyó el espíritu de aventura”, y su padre, un extremeño que abandonó la carrera militar en busca de nuevas oportunidades en EE.UU, donde se jubiló en una empresa importante de fabricación de aviones como ingeniero eléctrico. “La suya –ha dicho- es una clásica historia de éxito de alguien que no teme a un desafío y que está dispuesto a buscar oportunidades a pesar de los enormes obstáculos. Esta lección fue su mayor regalo para mí”, ha afirmado visiblemente emocionado.

Ha sido piloto y oficial de la Marina de los EE.UU, antes de ser seleccionado como astronauta de la NASA, a la que llegó, según mismo él ha reconocido, “con el bagaje de todo lo aprendido en el aula y en la cabina, además de las lecciones de la aventura, la oportunidad, el trabajo en equipo, el liderazgo y la humildad. Todas han sido útiles a lo largo de mi carrera en la NASA”, ha señalado el que ha sido el primer astronauta de origen español en volar al espacio.

En su intervención, López-Alegría ha señalado que “los astronautas son tenidos en gran estima. Estamos empujados a una posición de liderazgo como la cara visible de los vuelos tripulados, que son una gran aventura y una oportunidad aún mayor. Representamos a decenas de miles de técnicos, ingenieros y gerentes brillantes y dedicados en una iniciativa de gran repercusión y de alto riesgo. Pero el astronauta sabio sabe que lo que realmente lo separa de esas decenas de miles de personas es menor de lo que parece.

Los vehículos espaciales, brazos robóticos y trajes extravehiculares son tan complejos que el astronauta no puede ser el experto en todo, ha afirmado López-Alegría. En algún lugar siempre hay un especialista que conoce el más mínimo detalle del motor de un transbordador espacial o del ventilador de la cápsula Soyuz. Somos un equipo que aprende y que se desarrolla en conjunto tanto a través de los reveses como los éxitos, todos en pos de un objetivo común que no podría ser alcanzado de forma individual, ha afirmado López-Alegría.

“Hoy, recibiendo el estimado título de Doctor Honoris Causa, me siento como un profesor - responsable de compartir las lecciones del pasado, tanto con personas de procedencias e intereses similares a los míos como con otros que tallan su propio camino por la vida. No tengo ninguna duda que voy a aprender aún más a cambio. Espero poder cumplir con mi nueva obligación de representar la continuidad del saber, la búsqueda de la verdad y un sentido de claro servicio y utilidad hacia la sociedad”, han sido sus palabras finales.

Liderazgo en I+D

Tras la ceremonia de investidura, el Rector Juan Juliá ha felicitado también en su intervención a los titulados premiados por su expediente académico y a los compañeros reconocidos por su trayectoria investigadora, con más de 25 años, que han merecido por 5ª vez el reconocimiento de la CENAI, “algo en lo que felizmente nuestra Universidad ha venido mejorando año tras año, y que ya nos sitúa entre las lo que se corresponde con nuestra mejor posición en producción científica, que ya nos sitúa entre las 10 mayores del sistema universitario español. Y destacó el liderazgo de transferencia tecnológica de esta Universidad, que es ,según aseguró, “la mayor del sistema universitario español en derechos reconocidos por I+D, y que incluso el pasado año, aún con la crisis crecieron más del 8%”.

Juliá, quien expresó su pesar y condolencias por la triste pérdida, el pasado mes de agosto, de la profesora y directora del Departamento de Química, Mª Dolores Climent (que fue la primera mujer Catedrática de Universidad de la Escuela de Agrónomos y la primera de la UPV ), hizo repaso con hechos y cifras de los logros de la UPV, que se ha consolidado, según afirmó, como una de las mejores instituciones universitarias. Como datos, destacó, que la UPV es de nuevo una de las diez universidades españolas incluidas en el conocido ranking internacional de Shangai, siendo la única tecnológica española que aparece en el mismo, y subrayó también el hecho de que las cinco universidades públicas valencianas figuren entre las mejores del país en cuanto a producción científico. “Algo, que no puede más que alegrarnos”, dijo, y que testimonian la importancia del sistema universitario valenciano en el conjunto del Estado.

Asimismo se refirió especialmente al reto más inmediato de la UPV: "la candidatura VLC/Campus de Excelencia Internacional", un proyecto conjunto presentado con la Universitat de València y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), “con el que confiamos plenamente la obtención definitiva de este sello” , afirmó Juan Juliá, quien recordó que este proyecto “es un uno de los tres mayores agregados de producción científica y tecnológica del país, y uno de los de mayor proyección internacional. Además destacó que es el único en el que las universidades participantes, ambas se incluyen año tras año en el Ranking de las mejores universidades del mundo. “ Por ello que se nos hace muy difícil, por no decir imposible, pensar en una resolución que no sea otra que situarnos en el mejor de los resultados”, afirmó Juliá

Cambio de modelo económico.

El rector se ha referido también al actual contexto “tan adverso que económicamente estamos viviendo, y que las universidades entendemos lleva derivada una necesaria contención presupuestaria y la exigencia de la búsqueda de la máxima eficacia en el empleo de nuestros recursos”. No obstante, solicitó “respetuosamente a nuestras administraciones coherencia y consonancia con los discursos políticos pues creemos con ellos que nuestra recuperación económica resulta bien difícil si no es con ese necesario cambio de modelo económico, en el que la puesta en valor del conocimiento es obligada. Por tanto, necesita de apoyo para el aumento de la generación y la transferencia de conocimiento. En definitiva, requiere una verdadera y comprometida política de apoyo a la educación y a la i+d.

Respecto a la reciente aprobación del tan ansiado plan plurianual de financiación para las Universidades Públicas Valencianas, “es algo que nuestras Universidades –dijo-acogen con gran satisfacción y es el esperado resultado de un creciente clima de diálogo y buena relación entre la Conselleria de Educación, la Presidencia de la Generalitat y las Universidades”.

Para finalizar, si bien reconoció el esfuerzo financiero del gobierno valenciano , insistió en que “las universidades valencianas en general, y la Universidad Politécnica de Valencia en particular, entendemos que debemos dar más con lo mismo o incluso en algún caso con menos recursos, y estamos dispuestos al esfuerzo. Pero también reclamó que “todos deben entender que es bien difícil, casi imposible, situarnos al nivel de otros sistemas universitarios más competitivos, y aportar valor en el cambio de modelo productivo, no sólo sin las necesarias reformas y cambios en nuestras instituciones, sino además sin los necesarios recursos económicos.

Durante el transcurso del acto académico de apertura del nuevo curso, el rector Juan Juliá ha hecho entrega de los premios a los Titulados con Mejor Expediente y del reconocimiento a los doctores que han obtenido su quinta evaluación investigadora. Previamente, el secretario general de la Universidad, Vicent Castellano ha hecho lectura de la memoria del pasado curso académico 2009-2010. El acto ha concluido, tras los discursos del conseller de Educación y el rector de la UPV, con la interpretación del tradicional Gaudemos Igitur a cargo del Coro Polifónico de la UPV.

 

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