El innovador proyecto de un instituto de Valencia para cuidarse la espalda

La mitad de estudiantes de secundaria sufre dolores de espalda. Es una de las dolencias con mayor incidencia en este sector de la población y que está relacionado con el estilo de vida: pasarse muchas horas sentados en clase o en casa, tener malos hábitos posturales o llevar mucho peso en la mochila... la causa es multifactorial y las consecuencias se ven en el rendimiento académico y en la calidad de vida. De hecho, muchos adolescentes no son conscientes de que tienen malos hábitos posturales y que el hecho de corregirlos puede suponer un antes y un después en su bienestar, especialmente de cara al futuro.

Convencidos de que es posible educar en la salud de la espalda y hacerlo a todos los niveles, el IES Ramón Llull de Valencia ha puesto en marcha un innovador proyecto educativo que pretende lograr este objetivo. Los alumnos aprenden a cuidar de su espalda y lo hacen desde un enfoque interdisciplinar que abarca prácticamente todas las asignaturas del curso. Además, dedican dos momentos del día a realizar estiramientos y cambian de aula entre clases para favorecer la actividad corporal.

Unos cuatrocientos alumnos de este centro -desde 1º de la ESO hasta 2º de Bachillerato- están participando en esta iniciativa que ha sido subvencionada por la conselleria de Educación por su carácter innovador e investigador. Además, el proyecto implica a toda la comunidad educativa y ha traspasado las fronteras del aula hasta el punto de que varios centros de salud y bibliotecas del barrio se han unido al mismo.

Enfoque interdisciplinar

La salud de la espalda se debe abordar desde una perspectiva holística. Es la base del proyecto de investigación y el origen de su puesta en marcha: "Para intervenir en la salud hay que hacer abordajes integrales, de ahí que el proyecto se base en un modelo colectivo", explica el jefe del departamento de Educación Física del instituto y coordinador del proyecto, Vicente Miñana, realizado junto con la colaboración del profesor de la universidad de Valencia Manuel Monfort.

Por ejemplo, los alumnos aprenden en clase de biología la anatomía y funciones de la columna vertebral o los movimientos que tiene; en matemáticas aplican la escala numérica para saber cuánto mide el esqueleto o realizan fórmulas matemáticas para conocer la mejor posición al coger un teléfono y evitar así dolores de espalda; la postura correcta al tocar un instrumento en música o la evolución del dolor de espalda en la historia, son otras de las materias que aprenden los alumnos en el marco de este proyecto.

Hay profesores que incluso van más allá: "En mis clases no usamos libros, ni nos llevamos los deberes a casa. Los alumnos investigan y este proyecto hace que se impliquen más. Por ejemplo trabajamos el concepto de metáfora, buscamos frases hechas y campos semánticos, todo ello relacionado con la espalda", explica Ximo López, profesor de valenciano.

Otra de las intervenciones que contempla este proyecto es el de los 'microdescansos'. Los alumnos realizan estiramientos de dos minutos dos veces al día, al principio y al final de la jornada: "No te das cuenta de que estás mal sentado, por ejemplo haciendo los deberes, hasta que te empieza a doler la espalda. Creo que es una buena forma de concienciarte y coger una rutina para cambiar los hábitos", comentan, Nuran, Mª José, Gule y Raeesa, alumnas de 4º de la ESO.

Actualmente el proyecto se encuentra en la tercera fase, la de intervención. Previamente hubo una fase de diagnóstico y otra de cartelería para crear un entorno en el centro -también fuera de él- que favorezca la promoción del cuidado de la espalda: "El proyecto está siendo muy positivo porque está todo el alumnado implicado y también el profesorado. Creo que se están haciendo esfuerzos por cambiar los hábitos de los estudiantes y el aula materia está ayudando también mucho", detalla la directora del IES Ramón Llull, Mª Ángeles Romeu.

Enfoque multidisciplinar

El aula materia se refiere al cambio de clase según la asignatura. Esto hace que los alumnos tengan que desplazarse para cada clase y se favorece así el movimiento. Algo que el estudiantado tiene ya integrado en el día a día y que ha tenido muy buena aceptación. Como también lo ha tenido fuera de las fronteras del aula.

De hecho, varios centros de salud y bibliotecas del barrio se han sumado a la iniciativa y se están dando charlas médicas, coloquios para padres y se han instalado pósters para llamar a la reflexión: "Nuestro apoyo al proyecto es total, hay que educar a los más jóvenes en la importancia de cuidarse la espalda y hacerlo en todas las áreas", detalla Remei Raga, médico de familia y comunitaria del centro de salud República Argentina.

La conselleria de Educación ha subvencionado el proyecto por su carácter innovador para este curso, aunque la vocación es continuista: "En la última fase del proyecto vamos a medir los resultados, cómo podemos mejorar y el objetivo es implantarlo en próximos cursos e incluso que pueda servir para otros centros de la Comunitat", concluye Miñana.