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CSIF exige a Sanitat que no cierre la Unidad de Desintoxicación Hospitalaria del Arnau en agosto

    El sindicato CSIF ha instado por escrito a Conselleria de Sanitat a “mantener abierta ininterrumpidamente la Unidad de Desintoxicación Hospitalaria para que no se incremente la lista de espera ni se deteriore la calidad asistencial”. Esta propuesta la ha hecho la central sindical ante el cierre previsto del 7 al 20 de agosto de esta unidad, ubicada en la octava planta del hospital Arnau de Vilanova, en Valencia.

    La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) expone que “no cerrar esta unidad de desintoxicación debe de ser una prioridad indiscutible para cualquier dirección que quiera garantizar la asistencia sanitaria y la salud pública”. En el escrito, recuerda que “esta unidad tiene un amplia lista de espera habitual de seis meses, que no debería incrementar 15 días más”.

    El sindicato apunta que “además de la falta de cobertura sanitaria durante el citado periodo”, el cierre previsto también agudiza “diversos problemas”. Entre estos últimos recalca “enlentecimiento y retraso en general para cumplir con las obligaciones asistenciales, aumento de la carga y la presión  asistencial y merma y detrimento de la dignidad y pérdida de la calidad asistencial”.

    CSIF recuerda que “no puede abarcar toda la carga asistencial en la única unidad de desintoxicación hospitalaria vigente que recoge a todos los pacientes que son atendidos en las unidades de conductas adictivas de la provincia de Valencia y que solicitan su ingreso voluntario para desintoxicarse”.  El sindicato también alude al “malestar e irritación por parte de pacientes y familiares, que ven y sufren al no poder ser atendidos como sería deseable”.

    La central sindical, en el mismo documento, señala “la existencia de importantes carencias en las instalaciones de la sala”. Aquí hace hincapié en que “debido a las filtraciones de agua, han tenido que inhabilitar todas las duchas excepto dos, que han de usar todos los pacientes, con la consiguiente y alarmante pérdida de calidad asistencial y privacidad”.

     

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