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Guardamar de la Safor estrena el primer vehículo de salvamento marítimo a control remoto del mundo

Guardamar de la Safor estrena el primer vehículo de salvamento marítimo a control remoto del mundo
  • La puesta en marcha ha sido esta misma mañana en la playa del municipio y permite a los socorristas rescatar hasta 3 víctimas a la vez gracias a su velocidad y características

El primer vehículo dedicado al salvamento marítimo ya es una realidad en Guardamar de la Safor, cuyo Ayuntamiento ha puesto en marcha esta iniciativa desde hoy. Durante la mañana, la playa de Guardamar ha sido testigo de cómo se han estrenado y probado las funciones de este novedoso vehículo acuático a control remoto. Con sus cualidades particulares, se ha convertido en el primer mecanismo de salvamento en España a control remoto.

El principal objetivo de esta nueva herramienta es evitar los ahogamientos, ya que esta es una de las diez causas de muerte más habituales en las personas de uno a 24 años de edad.

El Dolphin 1 es ya una realidad, convirtiéndose en el primer vehículo de salvamento marítimo a control remoto del mundo. Físicamente se trata de un salvavidas tradicional pero de mayor tamaño y equipado con unos sistemas de turbinas de agua que le permiten alcanzar a la persona que está sufriendo un ahogamiento en tan solo unos segundos. Tiene un peso que ronda los 13 kilos y puede conseguir los cuatro metros por segundo de velocidad en los trayectos, mediante una autonomía de 30 minutos. Todo ello gracias a una empresa valenciana, que es la que ha introducido este nuevo modelo de vehículo acuático que permite a los socorristas o profesionales del salvamento actuar de forma muy rápida y, además, poder transportar hasta 3 víctimas a la vez mediante el mismo sistema.

Tras estrenarlo y ponerlo en funcionamiento durante la mañana de hoy en la playa de Guardamar de la Safor, tanto el consistorio como la colaboración de Cruz Roja destacan que este nuevo vehículo denominado Dolphin 1 permite al socorrista en cuestión no poner su vida en peligro en ningún momento al utilizarlo y, además, poder mantener en todo momento el contacto visual con la víctima o víctimas a las que se está desplazando a socorrer.

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