Gavarda combate la procesionaria con un innovador tratamiento de endoterapia

Gavarda ha iniciado esta semana de nuevo la lucha contra la procesionaria con un innovador tratamiento de endoterapia. El método consiste en la inyección directa al tronco de un producto fitosanitario, que se traslada por el xilema a las hojas de los pinos, donde actúa sistémicamente sobre los gusanos. El impacto para los árboles y el medio ambiente es mínimo y no supone ninguna clase de riesgo para personas ni mascotas. Cerca de 300 árboles del entorno del casco urbano serán tratados en los próximos días. La plaga de procesionaria se encuentra en esta época del año en su fase anterior a la configuración de bosones, periodo en que las orugas se agrupan en colonias cerca de los pies del pino y se rodean de una segregación sedosa que las protege del frío en los meses de invierno. Esta fase de bosones resulta la más llamativa visualmente pero es poco peligrosa a efectos de salud pública, dado que las orugas se encuentran concentradas y fácilmente localizables. Aun así, con el actual tratamiento se busca acabar con la plaga, por el que no será necesario intervención complementaria. 

Anteriormente a la aplicación de los tratamientos con la endoterapia, el único tratamiento efectivo era la acción manual y directa sobre los bosones y no existían tratamientos efectivos contra aquellas colonias que, de forma prematura o retardada y debido a la alteración de su ciclo biológico por las circunstancias meteorológicas excepcionales, se encontraban en fase de procesiones. En ese momento del ciclo vital, las orugas forman las características filas y descienden de los árboles para enterrarse en el subsuelo, donde forman crisálidas hasta la eclosión primaveral. La única medida asumible frente a esa circunstancia es la prudencia de la población y por tanto es importante formar a los más pequeños en esas premisas, puesto que el conocimiento del riesgo constituye la base en la prevención de posibles accidentes.