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Una clase magistral para entender la música contemporánea

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    La Casa de la Cultura de Vilamarxant fue ayer el escenario del concierto "Sounds from Manchester", organizado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Vilamarxant.

    Mucha gente de Vilamarxant y de otros municipios de la provincia se acercó para escuchar a los músicos valencianos Ignacio Lara Romero, al violín, y Arturo Asensi Berga, al piano. Dos jóvenes que no llegan a los 30 años y que tienen ya un largo recorrido como intérpretes y como profesores de música. Ellos dos fueron los encargados de transportarlos por un recorrido por el desarrollo de la música más reciente, desde el primer tercio del siglo XX y hasta el 2018. Pero su propósito era doble, por un lado descubrir estos nuevos sonidos de los compositores actuales y, por otro, explicar su funcionamiento, ritmo e inspiración.

    La primera pieza fue toda una sorpresa para las personas asistentes. Ignacio Lara salió al escenario e interpretó "Toccatina", de Helmut Lachenmann. Una melodía donde el violín a veces suena con estridencia y otras interpreta sonidos casi inaudibles; además, se aprovecha todo el instrumento de forma que Ignacio hacía sonar las cuerdas de forma tradicional o con el palo del arco. Después de la interpretación, hizo una pequeña explicación de la pieza, haciendo comparaciones con la forma de entender y de organizar la música de Lachenmann con los ritmos de la "Quinta Sinfonía" de Beethoven, la obra más interpretada del mundo, con sonidos concretos para determinados instrumentos, como fue ayer el caso del violín.

    La segunda obra fue "Obscuration Núm. 1 – Sarabande for solo violin", de Aidan Maier de la Universidad de Manchester. El mismo compositor estuvo en la Casa de la Cultura en una de las primeras veces que se interpreta su obra, puesto que su estreno tuvo lugar el pasado 20 de mayo en la Sala Matisse de Valencia.

    Fue una manera muy cercana de hacer entender al público la actualidad de las piezas, con la presencia de su jovencísimo compositor en la misma sala de Vilamarxant. Maier fue el encargado de explicar su obra. "Se trata de una pieza que es más tradicional al principio, como una danza barroca, pero que poco a poco nos traslada por otros pasajes y el tema original se cubre por nuevo material sonoro. Seria como quien ve niebla ante una montaña, la montaña está borrosa pero sabemos que está detrás", explicaba.

    Antes del intermedio, también sonó "Gorgon's Head II", creada por el jefe del departamento de Composición de la Universidad de Manchester, Camden Reeves. Está inspirada en el mar y en una estrella marina con unas curiosas extremidades que se ramifican en más de 5.000 puntas afiladas para atrapar a sus presas; esto se traslada a la obra que muestra la belleza del mar y, también, su peligrosidad a través de cinco movimientos.

    Segunda parte

    En la segunda parte del recital se interpretaron dos piezas. La primera fue "From the Cemetery", del también alumno de la Universidad de Manchester Matthew Burke. Como su nombre indica, se basa en las sensaciones que al compositor, un experto en música "heavy", le causó su visita al cementerio Allerton de Liverpool. Según los intérpretes, "es una música que se compone de diferentes estilos y ritmos. A nosotros nos viene a la mente el "Bohemian Rhapsody", de Freddie Mercury, ya que cuando el cantante la mostró a sus representantes nadie la entendía, pero que se ha convertido en una de las piezas icónicas de la música de todos los tiempos".

    La última obra que sonó fue "Sonata para violín y piano Núm. 3", de Charles Ives, la más clásica y antigua de todas (1913). Una composición en tres movimientos que, según Ignacio Lara y Arturo Asensi, "tiene una primera parte con una estructura que se asemeja a la música pop; una segunda inspirada en el jazz, y una última que es una mezcla de las dos anteriores".

    Ante los aplausos del público, los intérpretes volvieron al escenario, donde tocaron "La Playera", de Pablo Sarasate. Con esta obra se puso punto y final a un concierto innovador y que, seguro, no dejó indiferente a ninguna de las personas asistentes que, desde ayer, conocen un poco mejor la música que está componiéndose en la actualidad. Música que, probablemente, será estudiada dentro de algunas generaciones, como se analizan las creaciones clásicas de Beethoven o Tchaikovsky.

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