Caso Alcàsser: 25 años del juicio que condenó a Miquel Ricart por la muerte de Miriam, Toñi y Desirée
El otro sospechoso y considerado también culpable, Antonio Anglés, desapareció sin dejar rastro en 1993 y a día de hoy continúa siendo uno de los fugitivos más buscados
El 5 de septiembre de 1997 se llevó a cabo uno de los juicios más mediáticos que se recuerdan en nuestro país. Miquel Ricart se enfrentaba a la justicia como el único detenido por el caso de la desaparición y muerte de Miriam García, Desireé Hernández y Antonia Gómez; el otro sospechoso y considerado también como culpable, Antonio Anglés, desapareció sin dejar rastro el 13 de marzo de 1993 y a día de hoy continúa siendo uno de los fugitivos más buscados.
Ricart fue condenado a 170 años de cárcel y a pagar a las tres familias hasta 300 millones de pesetas. Fue puesto en libertad en el año 2013 y poco más se ha vuelto a saber de él durante estos años.
Antonio Anglès fue declarado autor material del asesinato de las niñas de Alcásser que paralizó España en 1992. No obstante, se le perdió la pista en 1993 en la bahía de Dublín al conseguir subirse a bordo de un barco como polizón. La responsabilidad penal de Anglès no se extinguirá hasta 2029.
Míriam, Toñi y Desirée desaparecieron la noche del viernes 13 de noviembre de 1992, cuando se dirigían haciendo autoestop a una discoteca de la vecina localidad de Picasent. El 27 de enero de 1993, 75 días después de su desaparición, dos apicultores encontraron los cadáveres semienterrados en una fosa en el barranco de la Romana, un paraje de difícil acceso próximo al pantano de Tous.
