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El cambio de modelo alimentario y el decrecimiento centran la conferencia para la Concienciación y la Transformación Social

El cambio de modelo alimentario y el decrecimiento centran la conferencia para la Concienciación y la Transformación Social
  • En la jornada celebrada en Torrent participaron los ingenieros agrónomos de la UPV Lola Raigón y Guillermo Palau y el director de CERAI, Jorge Cavero

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El Museu Comarcal de l'Horta Sud, a Torrent, concentró ayer en unas cuarenta personas para debatir sobre crisis alimentaria y agricultura, poniendo el foco en el presente y el futuro de los alimentos y su producción. En la conferencia-debate, moderada por el director de CERAI, Jorge Cavero, intervinieron Lola Raigón y Guillermo Palau, ingenieros agrónomos vinculados a la Universitat Politècnica de València.

La jornada, organizada por la Fundació Horta Sud, la Cátedra Tierra Ciudadana de la UPV y el Museu Comarcal de l'Horta Sud y con la colaboración de varias asociaciones del territorio, significó la reanudación del Curso para la Concienciación y la Transformación Social, que se tuvo que suspender en 2020 a causa de la pandemia y que finalizará su programación este otoño.

La ingeniera agrónoma Lola Raigón empezó su intervención contextualizando el nivel de salud a escala regional, constatando las grandes diferencias entre desnutrición, obesidad y huella de carbono a escala mundial. Unos datos extrapolables con la salud del planeta, donde si todos los estados consumieron cómo España, se requerirían 2,5 planetas para dar el alcance con los recursos necesarios.

Raigón puso también sobre la mesa el alto porcentaje que supone el sistema alimentario en las emisiones antropogénicas totales, entre un 21% y un 37% teniendo en cuenta la contaminación de transporte, la maquinaria, la fabricación y el embalaje de los productos. En este punto, se puso de relieve la diferencia de energía consumida anualmente en función del modelo de dieta, entre los aproximadamente 9.000 MJ/año de una dieta ovo-lacto vegetariana ecológica y los aproximadamente 17.000 MJ/año de una dieta mixta convencional; así como la diferencia en pesticidas en la excreción de orina, hasta nueve veces menos en los niños y niñas que llevan una dieta ecológica respecto de los que no.

Para poder disponer de un sistema alimentario óptimo, Raigón destacó la necesidad de reducir en un 27% el consumo de carne y un 50% el rechazo alimentario, además de pasar a una producción 100% ecológica que valoro la salud, el medio ambiente y el condicionante social. Para acabar su intervención, Raigón puso énfasis en los beneficios de la alimentación ecológica, que mejora la calidad del suelo, minimiza el uso de energía, preserva la biodiversidad, reduce la contaminación del agua, aumenta la ocupación y mejora la calidad nutricional de los alimentos.

Por su parte, el también ingeniero agrónomo Guillermo Palau empezó su intervención destacando la complejidad de los sistemas sociales actuales, poniendo énfasis en la multitud de objetivos, percepciones y valores, así como la diversidad de regulaciones legislativas y gobernanzas en la materia. Pasando a la realidad concreta, en este caso de la ciudad de València, Palau utilizó los ejemplos de Benimaclet y Malilla como territorios donde el aumento de la población urbana ha reducido a niveles ínfimos en el primer caso, y eliminado totalmente en el segundo, la existencia de huerta.

Seguidamente, Palau puso sobre la mesa el problema del acaparamiento de tierras de los países del norte global en el sur global, que acaba afectando a la población más empobrecida de estos últimos y desabasteciéndolos de recursos propios para el beneficio de los países del norte. Además, esta dependencia cada vuelta mayor de alimentos producidos en puntos más alejados de donde se consumen aumenta progresivamente la dependencia de los combustibles fósiles.

Para acabar, Palau destacó la importancia de cambiar el paradigma actual en la agroecología por, entre otras, reducir los volúmenes de agua usados, reducir el despoblamiento rural, generar ocupación y reducir la dependencia actual respecto los combustibles fósiles.

Después de las dos ponencias, se abrió un debate entre todas las persones asistentes, que manifestaron sus inquietudes y reflexiones sobre como avanzar hacía un modelo sostenible y de soberanía alimentaria.

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