Más de 30.000 personas disfrutaron con la Plaza de Navidad o el belén de cerámica de Antonio Cordero

Las actividades navideñas organizadas por la Diputació de València tanto en su sede central como en la propia plaza de Manises durante el pasado mes de diciembre y la primera semana de enero tuvieron una gran acogida por parte de la ciudadanía. Un total de 30.000 personas pudieron disfrutar de la amplia variedad de atractivos que abarcaban desde el belén compuesto por piezas de cerámica, hasta una Plaza de Navidad repleta de espectáculos dirigidos a los niños, con especial mención a la Oficina Real que sirvió para depositar las cartas a Sus Majestades de Oriente.

La gran apuesta de la Diputación para las pasadas navidades fue la apertura de la Plaza de Navidad del 22 de diciembre al 5 de enero. Aproximadamente 10.000 personas se acercaron al recinto abierto por la corporación en la plaza de Manises, que se convirtió en un espacio navideño concebido para un público familiar, en el que los niños y niñas fueron los grandes protagonistas.

Actuaciones musicales, representaciones teatrales, cuentacuentos y talleres infantiles atrajeron a miles de personas, que también aprovecharon para acudir a los casetas de productos tradicionales valencianos y para fotografiarse junto al árbol de Navidad. Entre todas las actividades sobresalieron los conciertos y los espectáculos de teatro, que congregaron a multitud de gente en el perímetro exterior, llegando en algunos casos a quintuplicar el aforo del recinto.

También la Oficina Real que se instaló en uno de los patios del Palau dels Scala de la corporación provincial, suscitó un enorme interés entre el público infantil. Hasta la llegada de los Reyes Magos la misma tarde del 5 de enero, los emisarios reales recogieron y sellaron más de 2.300 cartas llenas de sueños y deseos de los más pequeños.

Belén de cerámica

Uno de los clásicos de la Navidad en la Diputació de València es el belén que se expone en el patio principal del Palau dels Scala. El de este año, obra del artesano ceramista Antonio Cordero y compuesto íntegramente por piezas de cerámica, ha generado una importante expectación entre el público valenciano. De este modo, en torno a 18.000 personas visitaron un pesebre formado por piezas únicas, que el artista comenzó a elaborar a mediados de 2020 de forma artesanal, desde el modelado hasta la decoración. En algunas jornadas la exposición del belén llegó a registrar la extraordinaria cifra de 1.000 personas al día.