elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià

González Tornel: «Durante el siglo XVII hubo una campaña para convertir la Inmaculada Concepción en dogma de fe»

González Tornel: «Durante el siglo XVII hubo una campaña para convertir la Inmaculada Concepción en dogma de fe»
    MÁS FOTOS
    González Tornel: «Durante el siglo XVII hubo una campaña para convertir la Inmaculada Concepción en dogma de fe» - (foto 2)
    González Tornel: «Durante el siglo XVII hubo una campaña para convertir la Inmaculada Concepción en dogma de fe» - (foto 3)
    González Tornel: «Durante el siglo XVII hubo una campaña para convertir la Inmaculada Concepción en dogma de fe» - (foto 4)

    El profesor Pablo González Tornel, del Departamento de Historia, Geografía y Arte de la Universitat Jaume I ha explicado en la conferencia titulada «La Inmaculada Concepción: una campaña de marketing visual» cómo durante el siglo XVII se produjeron en la península Ibérica una serie de acontecimientos que favorecieron que la figura de la Inmaculada Concepción se convirtiera en un dogma de fe.

    El docente ha indicado que las acciones empezaron en 1616, cuando el rey Felipe III envió una serie de embajadores a Roma, para pedir una declaración en este sentido. «Es la primera vez -ha comentado- que una institución política, como la monarquía española, apoya una doctrina y lo convierte en un asunto de estado». Pero la campaña no estuvo impulsada únicamente por una élite poderosa, sino que en ella participaron las élites urbanas y otros colectivos como los gremios, quienes se enfrentaron a la doctrina imperante contraria.

    La campaña de marketing -ha explicado el profesor- se desarrolló en tres escenarios: las artes, las letras y la fiesta. En el primero, maestros de la pintura como Zurbarán, Murillo o Velázquez realizaron obras con la imagen de la Inmaculada que se extendieron por todo el territorio peninsular, dotando de imagen a lo que hasta este momento había sido un concepto abstracto. En el ámbito de las letras, se editaron panfletos, carteles, grabados que se popularizaron y autores como Lope de Vega o Calderón de la Barca dedicaron algunas de sus obras al tema.

    Por último, la instauración de la fiesta (8 de diciembre) permitió participar más activamente al pueblo, que se convirtió en «un elemento importante para sustentar la doctrina y su propagación», así como la prohibición, desde 1617, de hablar o escribir en contra de esta figura.

    Subir