Miles de aves en migración han elegido la desembocadura del Mijares para descansar durante el pasado otoño
El pasado otoño el Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares, ubicado entre las poblaciones castellonenses de Almassora, Burriana y Vila-real, se convirtió en parada y fonda para miles de aves durante su periplo migratorio post nupcial hacia el sur de la península Ibérica o hacia tierras africanas. Millones de aves criaron durante la primavera y el verano en Europa. Muchas lo hicieron en la Comunidad Valenciana. Los primeros fríos intensos del otoño obligó a decenas de especies de aves a viajar a varios países africanos donde el alimento es abundante y las condiciones meteorológicas más favorables. Durante este periodo el litoral mediterráneo en un corredor de ida y vuelta para millones de aves que siguen la costa española en dirección a África. Zonas húmedas como la desembocadura del río Mijares se convierten en lugares importantísimos para la biodiversidad de las aves. Además este año las condiciones ecológicas del tramo bajo del río han sido inmejorables para todo tipo de fauna, especialmente la avifauna, ya que desde el puente de la CV10 que marca el inicio del Paisaje Protegido de la Desembocadura hasta el Mediterráneo, el río Mijares ha circulado permanentemente con agua.
En concreto los 14 kilómetros protegidos han llevado agua desde el pasado 24 de octubre, es decir, durante dos meses. Este hecho extraordinario ha permitido la entrada en el paraje de muchas especies que año atrás no lo utilizaban. Por ejemplo en el paraje durante el verano hay aproximadamente entre 20 o 25 especies de aves nidificantes alrededor de todo el río. Durante la migración esta cifra aumenta hasta las 90 especies que utilizan el área para alimentarse, descansar y encontrar refugio. Es el ejemplo de las golondrinas comunes, las golondrinas de ribera, los carriceros palustres, los ruiseñores bastardos y los pechiazules de entre otras especies. Estas vuelan desde el norte hacia el sur utilizando las zonas húmedas que se encuentran a lo largo de la costa mediterránea. En la provincia de Castellón destacan principalmente el parque natural del Prat de Cabanes y Torreblanca, el marjal de Almenara y el Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares. Este paraje reúne unos hábitats muy interesantes. Por un lado hay una vegetación palustre favorecida por la inundación y el agua estancada. También hay vegetación de ribera con árboles adultos que propician un follaje denso y desarrollado. Esta mezcla de hábitats hace que sea un lugar de atracción para una cantidad muy importante de especies.
La desembocadura de las rapaces
El Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares gestionado por los ayuntamientos de Almassora, Burriana, Vila-real, la Diputación de Castellón y la Generalitat Valenciana no sólo ha sido un polo de atracción para miles de pequeñas aves en migración sino que las rapaces también han elegido el espacio durante su viaje. El pasado mes de noviembre el Grupo de Estudio y Protección de las Rapaces (GER-Ecologistas en Acción) contabilizó en la zona baja de la desembocadura del río Mijares, en la gola sur, entre las poblaciones de Burriana y Almassora hasta 4 especies diferentes de rapaces: dos ejemplares de aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus), concretamente un macho y un individuo joven, 2 ejemplares de ratonero (Buteo buteo), 4 cernícalos comunes (Falco tinnunculus) y 5 águilas calzadas (Hieraaetus pennatus ). Fue un hecho extraordinario que no ocurría desde hacía muchos años. Estas aves se desplazan de zona húmeda en zona húmeda dependiendo de la cantidad de comida que tengan a su alcance y también de la tranquilidad que ofrezca paraje.
