Compromís per Vilafranca alerta de la turbidez del agua corriente en plena pandemia
La coalición denuncia la pasividad del consistorio durante las más de dos semanas que el vecindario soporta esta situación
Compromís per Vilafranca ha denunciado la situación que sufre el vecindario desde el pasado 10 de agosto. "Abrimos el grifo de casa y encontramos que el agua no es apta para el consumo humano a causa del elevado nivel de turbidez que presenta", explican. Las primeras quejas por parte de los vecinos empezaron el lunes 10 de agosto y no fue hasta el día 14 que, después de la intercesión del grupo municipal Compromís, el equipo de gobierno del pueblo comunicó al vecindario la recomendación de no utilizar el agua del grifo para consumo humano y tampoco para cocinar hasta nuevo aviso. "Han pasado quince días desde que el Ayuntamiento hiciera esta recomendación y no se ha hecho público ningún otro comunicado, mientras el vecindario continúa sufriendo esta situación de salud pública desprovisto de agua potable en pleno verano y en medio de una pandemia sanitaria", argumentan. Así las cosas, Compromís per Vilafranca acusa al equipo de gobierno del ayuntamiento, responsable último de este servicio, de "falta de información y de pasividad en la gestión de esta situación".
Según lo que se ha informado, los problemas de turbidez derivan de la parada del pozo “Llargueres I” por la realización de las obras llevadas a cabo en el pozo “Llargueres II” por parte de la Dirección General del Agua. Estos pozos alcanzan en las localidades de Vilafranca y Benassal, si bien en esta última no se han detectado problemas de calidad en la red de agua potable. El concejal de Sanidad, Agricultura y Medio Ambiente del consistorio también apunta que el problema de turbidez es debido al restablecimiento del nivel del depósito, el cual llegó al 20% y provocó que se removiera el fondo y se arrastrara tierra.
Desde el grupo municipal Compromís se pide que se agilicen las gestiones para resolver el problema y se informe de manera continuada a la población sobre el estado del servicio. Además, se indica que una vez resuelto el problema actual de salud pública, será el momento de pedir responsabilidades por los daños y perjuicios producidos por esta situación.