El Gobierno garantiza la calidad del agua del trasvase Júcar-Vinalopó
Los datos analíticos de las sucesivas muestras permiten realizar diagnósticos de calidad de todas las masas de agua implicadas y en relación con todos los usos previstos, así como analizar tendencias.
Los resultados de las redes de control muestran una evolución favorable de la calidad del agua del bajo Júcar, que actualmente puede calificarse de buena.
El Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, impulsa además otras actuaciones para contribuir a que los ríos alcancen el buen estado ecológico tal y como exige la Directiva Marco del Agua, para lo que se está desarrollando la Estrategia Nacional de Recuperación de Ríos. Para ello se han seleccionado diez tramos de ríos importantes en los que se ejecutarán proyectos de restauración. Uno de ellos, el río Júcar, cuyo estudio ha sido publicado en el BOE el 29 de marzo de 2010, denominado Proyecto de Tratamiento Integral de Sedimentos en el bajo Júcar, desde la rambla de Casella hasta el Azud de la Marquesa, en el que se prevén trabajos para contribuir a la mejora de la calidad del agua del bajo Júcar, mediante el tratamiento en el lecho del río. Otro tratamiento similar se está actualmente ejecutando en el río Magro.
La obra de la conducción Júcar Vinalopó de 97 kilómetros de longitud, se encuentra finalizada a falta 900 metros del túnel 2 (entre Simat y Barxeta). El resto de las tuberías de impulsión, balsas y el túnel de Corbera se encuentran en pruebas.
Por todo ello, se está en condiciones de poner en servicio toda la conducción para el suministro a los usuarios del post-trasvase.
El principal objetivo del trasvase Júcar-Vinalopó, que ejecuta el Gobierno de España, a través de la sociedad estatal AcuaJúcar, es recuperar los acuíferos sobre-explotados del Vinalopó, respetando los derechos de los usuarios del Júcar y las condiciones medioambientales del río y la Albufera, tal y como exige la UE. Se trata de una infraestructura estratégica para la Comunidad y muy especialmente para la provincia de Alicante, cuya inversión supera los 320 millones de euros, y cuenta además con el respaldo de la Comisión Europea que financia el proyecto con 120 millones de euros de fondos FEDER.
