Sánchez-Barcáiztegui: “Las obras de la edificación del campanario de Murla estarán concluidas antes de verano”

El secretario autonómico de Infraestructuras y Transporte, Victoriano Sánchez-Barcáiztegui, ha asegurado hoy que las obras que la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente está ejecutando en la edificación del campanario de Murla concluirán antes de verano.

Sánchez-Barcáiztegui ha realizado estas declaraciones tras la visita que ha realizado a las obras del entorno del campanario de Murla. Esta actuación, que cuenta con un presupuesto de 882.388 euros, supone la construcción de un campanario como elemento singular con una planta de polígono irregular de seis lados. Su uso y función principal será la de campanario, pudiendo albergar en su interior otros usos de carácter religioso, educativo o cultural.

El Secretario Autonómico ha explicado que el campanario está acabado, “a falta de colocar la escalera metálica y las campanas, que se están en fase de rehabilitación ya que se recuperarán las antiguas”. Además, se colocará un reloj nuevo, financiado por la iglesia.

La obra se completa con pérgola o cubierta sobre el espacio peatonal de dominio y uso público entre el campanario y la Casa Abadía.

Con esta actuación, se pretende así potenciar el carácter de edificación aislada del castillo-fortaleza, enfatizando el carácter geológico del lugar, que rigen la configuración del nuevo campanario y la urbanización de su entorno.

Sánchez-Barcáiztegui ha señalado que esta obra “es muy importante para el municipio, tanto por su localización como por su valor arquitectónico”.

Además, ha comentado que en los últimos años, la Generalitat ha apostado por mejorar los centros históricos y los núcleos rurales de las poblaciones medias y pequeñas de la Comunitat.

Características del campanario
La actuación tiene por objeto la construcción de un campanario pseudo-hexagonal (proyección en planta de polígono irregular de seis lados) de 30 metros de altura circunscrito en semicírculo de radio 14 metros tangente a la alineación de la calle San José, ubicado de forma aproximada en el espacio central entre el templo y la Casa Abadía.

La masa del nuevo campanario sufre una perturbación que permite el asiento en su base así como la construcción de un ala a modo de porche, situado a una altura relacionada con las series de aleros de las calles adyacentes. Bajo el porche se dispone un banco y una escalera que une la nueva plaza con el recorrido de descenso al borde del pueblo, siguiendo la calle San José.

Bajo el nivel de la plaza, y desde esta misma calle, se sitúa el acceso al campanario, así como unos espacios de almacenamiento. Desde este nivel parte la escalera interior del edificio hasta las plataformas superiores del cuerpo de campanas. Se construyen los muros de cerramiento del patio de la actual casa-abadía, así como los nuevos muros de contención, incorporándolos a la forma global del edificio formando parte inseparable de él. Además, en la plaza se construye un banco-jardinera que resuelve los límites de la plaza con la calle José Antonio de la Fuente (de acusadas pendientes).

La iglesia fortaleza es un Bien de Interés Cultural. Por ello se realizaron las correspondientes catas arqueológicas en las que aparecieron los restos de la escarpa y contraescarpa del foso, los cuales se va a proceder a su conservación mediante la colocación de una capa geotextil y el vertido de tierras.