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Por María José Navarro
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Benimámet: El pueblo pobre de Valencia

    Nací en Benimámet y sigo viviendo en él, a gusto y orgullosa de mi pueblo y de mi gente, a pesar que la distancia que nos separa del Cap i Casal provoca que tengamos muchas carencias fruto de años y años de inoperancia política.

    Esta pedanía que me vio nacer y crecer, siempre ha sido un núcleo de personas más o menos modestas y de muy diversa procedencia, ya que por los años 50 del pasado siglo y, de manera continuada desde entonces, Benimámet ha aumentado de población gracias a la inmigración que recibió de las provincias de Teruel, Cuenca y del interior de Valencia. A lo largo de los años 70 llegaron inmigrantes procedentes de Andalucía y en la actualidad la población continúa acogiendo inmigración de origen pakistaní, de países africanos, de América Latina, del Magreb y de Europa del Este, convirtiéndose así en una rica amalgama cultural y pluriétnica.

    En estos momentos, en los que Benimámet roza los 14.000 habitantes, tenemos un nivel socioeconómico que nos ha puesto, por segundo año consecutivo, a la cola en sendos estudios realizados en cuanto a renta per cápita y pobreza energética se refiere. Éste último, publicado hace tan solo unos días por la Universitat Politècnica, indica la precariedad en la que viven miles de familias valencianas, un 23% del total, que una vez pagada la factura de la luz, su capacidad económica queda por debajo de la renta mínima.

    Pobres pero honrados, como diría la copla, pues en otro estudio aparecido no hace demasiado tiempo, resulta que también tenemos el mérito de ser el barrio más tranquilo de Valencia, con un índice de denuncias por delitos contra la propiedad, muy por debajo de otros núcleos poblacionales (tal vez por lo poco que hay para robar).

    Cierto que somos pobres y cierto también que la población cada vez está más envejecida, lo que hace que tenga aún más necesidades que se deben cubrir desde las administraciones públicas. No es de recibo, que, con estas características, nuestra pedanía no disponga de una persona de referencia de Servicios Sociales para atender esas necesidades, no solo de familias en situación precaria, sino de esas personas mayores, que en muchos casos viven (o malviven) solas, y que necesitan esa atención directa para detectar y paliar situaciones de riesgo.

    Muchas de esas personas mayores son atendidas por los servicios de Atención Primaria de nuestro centro de salud, pero, cuando se les aconseja que acudan a los Servicios Sociales de Campanar para solicitar ayuda de otro tipo (asistencia domiciliaria, el botón de urgencias, la comida en casa, o cualquier otro de los servicios a los que se podrían acoger) rehúsan la posibilidad, debido a las dificultades para su desplazamiento.

    No me gustaría encontrarme con la sorpresa de, además de ser los más pobres, ser el barrio con más personas mayores en situación de desprotección de la ciudad de Valencia, y tener que lamentar pérdidas como la de Rosa, la anciana que falleció hace unas semanas en el incendio de su domicilio en Reus, sola, pasando frío y a oscuras, sin que nadie hiciera nada por evitarlo.

    Benimámet y los vecinos y vecinas que aquí vivimos, merecemos tener los recursos necesarios para poder detectar este tipo de problemas y ponerles solución, antes de llegar a extremos indeseables.

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    comentario 1 comentario
    Marietika
    Marietika
    22/01/2017 10:01
    Benimámet, cercano para las personas, alejado para las instituciones

    Dulce y amargo a la vez tu artículo. Dulce por la tranquilidad que respira Benimámet, por la cohesión de su vecindario, por la riqueza cultural que resguarda... pero amargo por el abandono institucional al que se ve sometido. Tan cercano para las personas y tan alejado para el Ayuntamiento, como si Benimámet fuera el vecino pobre al que nadie quiere ver y se invisibiliza mirando hacia otro lado, en vez de ayudarle a superar sus carencias y poder mirarle de frente sabiendo que hemos contribuido a su mejora. Estoy segura de que lograréis entre tod@s los vecinos y vecinas del barrio la visibilidad adecuada en las instituciones públicas para que miren hacia ese lado y podáis disfrutar de los servicios que deben prestar a la ciudadanía, más cuanto más necesaria sea para la equidad. os ofrezco todo mi apoyo y solidaridad

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