La nueva pasarela sobre el Clariano ya conecta el parque de las Mamás Belgas con el barrio de Sant Josep
La infraestructura forma parte del proyecto de restauración fluvial de la CHX para permitir el paso seguro de peatones al riesgo de inundación
La ciudadanía de Ontinyent ya puede hacer uso de la nueva pasarela para peatones construida sobre el río Clariano, entre el parque de las Mamás Belgas y el barrio de Sant Josep. La infraestructura, de 26 metros de longitud y 2 metros de anchura, forma parte de las obras ejecutadas por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHX) dentro del proyecto de restauración del río Clariano entre el Pont Viejo y el Pont Nuevo, con una inversión superior a los 500.000 euros.
El alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, y el regidor de Territorio, Óscar Borrell, han visitado el espacio y destacaban el valor de la intervención, que representa “un paso más para hacer realidad un río que une la ciudad en lugar de separarla”.
La pasarela tiene un carácter inundable y ha sido diseñada con barandillas desmontables, una solución técnica considerada como idónea, puesto que las barandillas se pueden retirar en caso de amenaza de crecida del río para garantizar la seguridad de la estructura y de los usuarios.
“Con esta actuación seguimos avanzando en la transformación de la en torno al río para proteger las personas y devolver el protagonismo en la zona como espacio verde y de encuentro”, afirmaba Jorge Rodríguez.
El primer edil incidía también en la continuidad de las actuaciones alrededor del parque de las Mamás Belgas, anunciando la previsión de adquirir tres edificios con cuatro viviendas adyacentes al parque.
Además, se ha llegado a un acuerdo para la adquisición de la antigua fábrica de Pérez Moltó, otra construcción en desuso de la zona, con el mismo objetivo de eliminar elementos con riesgo en caso de inundación y ampliar los espacios públicos.
Todas estas actuaciones se impulsarán a través de una nueva subvención de 250.000 euros de la Generalitat Valenciana, dentro de un convenio singular previsto para la adquisición y adecuación de las viviendas y solares. Esta medida, explicaba, se enmarca en la línea de eliminación de viviendas con riesgo de inundación iniciada a la antigua Canterería.
“Continuamos avanzando en la política de seguridad y sostenibilidad que nos ha permitido hacer de la tragedia una oportunidad para transformar la ciudad”, añadía.
La nueva pasarela se apoya sobre marcos de hormigón de 6x2x2 metros, a través de los cuales circula habitualmente el agua del río. En caso de que el caudal supero los 2 metros de altura, el agua podrá pasar también por encima de la pasarela sin causar daños estructurales.
La actuación conecta el parque de las Mamás Belgas con un vial para peatones que ha sido también adecuado y que enlaza con la zona verde del Molino Descals y el parking ubicado entre los trinquetes de Gomis y Maians, facilitando la accesibilidad y la movilidad sostenible en un entorno natural recuperado.
El regidor de Territorio, Óscar Borrell, recordaba que “la intervención ya supera anchamente los 7 millones de euros de varias administraciones para convertir una zona de riesgo en un espacio verde de uso público.
Ahora, con esta pasarela ejecutada con ayuda de la Confederación Hidrográfica del Júcar, conseguimos la conexión física y simbólica entre barrios, entre personas, entre ciudad y natura”.
En cuanto al estado de las obras, queda pendiente la finalización de una parte del ajardinamiento y la retirada de las mantas geotextiles colocadas para eliminar la caña común, una acción que está prevista por cuando acabo el verano, puesto que el tratamiento requiere aproximadamente 18 meses de permanencia para garantizar la efectividad.