El uso obligatorio de las mascarillas, a debate: posturas enfrentadas en la Comunitat
El Consell aboga por la responsabilidad individual al tiempo que los ayuntamientos refuerzan la vigilancia
Lo venimos contando desde hace días: la obligatoriedad en el uso de la mascarilla en la Comunitat Valenciana toma fuerza pero, por el momento, no el impulso suficiente para materializarse. Son muchas las posturas que han impedido que se haya tomado ya la decisión, entre ellas, las consecuencias para la economía turística que pueda tener.
El gobierno valenciano aboga por la responsabilidad ciudadana, al tiempo que son muchos los ayuntamientos que extreman las medidas de seguridad para que la normativa actual – según la cual se debe utilizar en espacios cerrados y cuando no se pueda respectar la distancia de seguridad – se cumpla.
Localidades como Burriana, Benicassim o Valencia, ya han anunciado que sancionaran de forma contundente a todo aquel que no lleve la mascarilla. Unos anuncios que han sido aplaudidos por gran parte de la ciudadanía, quien en muchas ocasiones considera que esas sanciones deberían de haber comenzado a ponerse desde un principio.
El ritmo creciendo de contagios y los diferentes rebrotes que se están produciendo en la Comunitat Valenciana, han hecho que el debate comience a tomar peso en la mesa del Consell desde donde apuntan “se está reflexionado”. Cabe recordar, que en estos momentos hay activos más de una decena de rebrotes en las provincias valencianas los últimos notificados en Gandia y Santa Pola.
“La responsabilidad individual no se puede dejar en manos de una norma, ha de estar profundamente asumida por cada persona” afirma el president, Ximo Puig, insistiendo en que “es fundamental que cada persona sea consciente de que su actitud está provocando que las cosas vayan mejor o que pueda haber otras personas que puedan contraer la enfermedad por su irresponsabilidad”.
La pieza clave
No se descarta que el próximo pleno del Consell – previsto para mañana viernes – apruebe esta medida, aunque como decimos todavía se están sopesando diferentes alternativas.
Una de las cuestiones que más puede llegar a temer el gobierno valenciano es el impacto que esto pueda tener en la economía turística, provocando que muchos viajeros decidan no pasar algunos días de sus vacaciones en la Comunitat. Con sus consecuentes repercusiones económicas.
Entre las opciones que se estarían planteando, destaca, la de hacer obligatorio el uso de mascarillas pero al mismo tiempo ampliar los aforos en algunos espacios. Todo ello, con crear un equilibrio entre el bienestar económico y la salud.
