El Ayuntamiento de Morella consigue 60.000 euros de la Generalitat para financiar el 55 Sexenni

El Diario Oficial de la Generalidad Valenciana (DOGV) ha publicado hoy la concesión de una subvención de 60.000 euros por la celebración del 55 Sexeni de Morella. Ésta se trata de una ayuda de carácter nominativo con la finalidad de la colaboración de la administración autonómica en la celebración de esta fiesta única, que tiene lugar cada seis años. El Sexenio, junto con el Anuncio que se celebra el año anterior, cuenta con las declaraciones de Fiesta de Interés Turístico Nacional, Bien de Interés Cultural Inmaterial y Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial. Así, ésta ayudará a sufragar los gastos de 260.000 euros que el Ayuntamiento de Morella calcula que costará la festividad a las arcas municipales.

El alcalde de Morella, Bernabé Sangüesa, ha destacado que “se trata de una ayuda muy importante para celebrar el 55 Sexenni con todos los gastos que esta fiesta supone para el consistorio. Por eso quiero agradecer a la Generalitat su implicación en el Sexenni y al concejal Jesús Lecha su ayuda para conseguir esta ayuda tan importante”. El edil calcula que “el Ayuntamiento tendremos unos gastos de aproximadamente 260.000 euros para cubrir los diferentes servicios y actos que hay en torno a esta fiesta tan especial para las morellanas y morellanos” y ha añadido que “aparte para el Ayuntamiento, también supone un gran esfuerzo económico para el vecindario con los gastos de gremios y calles, además de los trabajos durante todo el año”. Por lo que respecta a gremios y calles, como explicó la concejala de Cultura, Ruth Martínez, la Diputación de Castellón será la encargada de aportar recursos económicos para sufragar distintos tipos de gastos y ya está comunicando a los afectados cuál será el procedimiento para adquirir estas ayudas.

El 55 Sexenni de Morella tendrá lugar entre el 17 y el 27 de agosto y son las fiestas mayores en honor a la Virgen de Vallivana. Durante 10 días, la ciudad se engalana con una decoración especial de papel de seda por donde desfilan las danzas únicas y cuadros bíblicos característicos de esta festividad. El origen se sitúa en el siglo XVII, más concretamente en 1673 cuando las autoridades civiles de la villa, a petición popular, formularon el voto de agradecimiento a la Virgen de Vallivana para hacer un solemne novenario de seis en seis años para salvar a la ciudad de la terrible peste del año anterior.